En Extremadura hay 25.000 alquileres que escapan a las obligaciones que marca la hacienda pública. Esta cantidad representa el 78 % de los arrendamientos localizados en la comunidad autónoma. Jorge Armestar, un joven peruano afincado en Extremadura desde hace varios años, vivió la crudeza de estas cifras en el momento en el que decidió fijar su residencia en la capital autonómica, donde se encontró con la sorpresa de que la mayoría de los propietarios de pisos en alquiler le propusieron una rebaja en la cuota mensual si aceptaba ocupar el inmueble sin necesidad de firmar contrato alguno. En concreto, los dueños de siete de los diez inmuebles visitados estaban dispuestos a bajar la cifra entre 50 y 100 euros. De esta forma, los titulares de la vivienda se ahorrarían tener que incluir esta renta en la declaración del IRPF, engordando así las cifras de la economía sumergida en Extremadura procedente de los arrendamientos, que se mueve en torno a los 29 millones de euros anuales.