«Solo quiero buscar una vida mejor. Mi padre murió en 2006. Soy el mayor de mis cuatro hermanos y tengo que ayudar a mi madre. En 2014 fue la primera vez que conseguí llegar a España. Estuve un mes en Tenerife, pero me deportaron. Volví a Senegal y de allí de nuevo a iniciar el camino a Europa, trabajando en Guinea, Gambia o Mauritania y enviando todo lo que ganaba a mi madre. Estos años han sido muy difíciles. En mi país soy pescador. Aquí ahora sé que no puedo serlo, pero quiero formarme para poder trabajar. El primer día de mi libertad, cuando me valga por mí mismo, haré una fiesta. Será un día muy importante», asegura Malick, procedente de Senegal.