"Hasta llegar a un trabajo bueno, hay que pasar por muchas cosas", afirma Noelia, que con 26 años, ha pasado por seis puestos de trabajo distintos. Según su experiencia, opina que la hostelería es lo más sacrificado, argumenta que es donde peor se está y donde menos se cobra.

Además, señala el esfuerzo que supone para los jóvenes conseguir un buen puesto: "se empieza desde abajo, así que para ascender hay que hacer muchas cosas, yo empecé en este trabajo haciendo un poco de todo y ahora, además de cajera, soy responsable de tienda". Pero insiste en que "no se valora el trabajo de la gente joven. En la mayoría de los casos, el sueldo no compensa las horas que uno trabaja".