Se cumplieron todos los pronósticos, y muchos más. Elena Nevado del Campo, abogada cacereña de 44 años, arrasó ayer en Cáceres por abrumadora mayoría. Un auténtico tsunami que supera el techo psicológico del exalcalde José María Saponi al conseguir nada menos que más de 29.000 votos y 16 concejales.

Se trata de los mejores resultados obtenidos por el PP en la historia democrática cacereña (Saponi logró en 1995 24.859 votos) y los peores también para el Partido Socialista, que no tenía un resultado tan devastador desde que en el 95 Victoriano Roncero consiguió 7 concejales, los mismos que se obtuvieron ayer y que con algo más de 12.400 votos reflejan la debacle del gobierno de Carmen Heras.

Cáceres ha pasado factura a los socialistas. Los ciudadanos no han aprobado el tripartito de Heras con Izquierda Unida y Foro Ciudadano, partido este último al que han castigado severamente, desterrando del mapa político a esta formación que ahora lidera Carmina Santos y que previamente dirigió el auditor Felipe Vela.

La ciudad sí ha dado el visto bueno a Izquierda Unida, que supera los 4.000 votos seguramente provenientes de los descontentos del PSOE, de Foro Ciudadano y de muchos jóvenes, asfixiados por el desempleo y la falta de oportunidades. La coalición ha conseguido dos concejales: Margarita González Jubete y Manolo Cruz.

Los ciudadanos tampoco han parecido asimilar el gasto de 4 millones de euros en las obras de la plaza Mayor en una situación de crisis general, la pérdida del proyecto cultural del 2016, el enquistamiento del concurso del agua o el parón en la instalación de El Corte Inglés, y ayer lo demostraron en los colegios electorales, a donde acudieron el 70% de cacereños. La abstención se situó en el 30%.

La de ayer fue, sin duda, una jornada intensa para el PP, que su candidata, Elena Nevado, inició en el santuario de la Virgen de la Montaña, al que subió andando por la mañana, confiando en una victoria pero nunca en un resultado tan arrasador. El cuartel general del PP estaba, como marca la tradición, en el Hotel Extremadura. Cuando los interventores llegaron anunciando una victoria de sus filas en Aldea Moret, barrio históricamente socialista, se desató la euforia.

Hasta el Extremadura comenzaron a llegar militantes y simpatizantes. Y aquello se venía abajo. Cuando se habían escrutado el 100% de los votos el hotel ya era una gran fiesta. Nevado compareció ante la prensa acompañada por todos los miembros de su candidatura. Exultante, la candidata prometió gobernar para todos y fue aplaudida, aclamada, vitoreada y mil veces besada y abrazada. Al grito de "¡oé, oé, oé! ", "¡alcaldesa, alcaldesa!" o "¡Esa Elena, esa Elena, eh!" , la concejala llegó al escenario instalado para la ocasión al ritmo de la música del PP y terminó brindando con cava por su incontestable victoria.

LA DIPUTACION Junto a ella Laureano León, presidente provincial del PP, que ya se perfila como próximo dirigente de la diputación, y todos sus concejales, que portaban camisetas azules en las que por delante podía leerse "Gracias Cáceres" , y por detrás todo el listado de nombres de la candidatura popular.

Hubo ovaciones también para el exalcalde Saponi, que igualmente compartió escenario y brindis, y para Marta Sánchez, jefa de prensa del PP, a la que se debe el márketing de una campaña cuidada al milímetro y que ha logrado transmitir pasión, optimismo y esperanza a los cacereños.

Elena Nevado está casada con Moncho Notario, al que conoció en Acuario y con el que se casó en San Mateo. Es hija de Rosendo, propietario de la Joyería Nevacam, y madre de dos hijas adolescentes: Cheli y Rocío. Le gustan Maná, Pablo Alborán y Rosana. En su cartera guarda una estampa de la patrona.

La incógnita ahora es el futuro de Carmen Heras, quien, por cierto, no telefoneó a la ganadora para felicitarla. La evidencia, que Elena Nevado, musa del peperío , será la alcaldesa de Cáceres, ciudad que abrumadoramente le ha dado la mayoría absoluta.