De forma recurrente, diversos actores como los club de automovilistas, las autopistas de peaje e incluso el PP solicitan a la Dirección General de Tráfico (DGT) que revise los límites de velocidad y los aumente en los tramos más seguros. Sin embargo, Tráfico se niega con el argumento de que si permitiera a los conductores pisar más el acelerador, sería como tirar piedras sobre su propio tejado. Concienciar a los conductores de que respeten los límites es una de las piezas angulares de la política de seguridad vial, y un reciente estudio del organismo concluye que subir en 10 kilómetros por hora los topes puede elevar en torno al 38% las muertes por accidente.

La investigación, llevada a cabo por el observatorio de seguridad vial de la DGT, se basa en las experiencias vividas en otros países, así como en estudios internacionales. "La velocidad está reconocida por los expertos y organismos mundiales como uno de los principales factores de riesgo", explica Anna Ferrer, presidenta del observatorio.

De los países europeos con menos tasa de siniestralidad, solo Alemania permite circular a más de 120 kilómetros por hora. Además, los estudios de la DGT indican que cuando los conductores tienen libertad para elegir la velocidad (es decir, no hay atascos ni problemas meteorológicos) en las autopistas circulan a una media de dos kilómetros por encima del tope. En las carreteras convencionales con límite a 90, lo hacen a 94, mientras que respetan los límites en las autovías y las vías secundarias. Estas velocidades son mayores que en otros países europeos. "A pesar de ello --reconoce Ferrer--, las velocidades han disminuido" en los últimos años gracias entre otras medidas a la extensión de los radares.

Lo cierto es que, de momento, en julio pasado fallecieron 177 personas en accidentes de tráfico en España, una menos que el año pasado; y en lo que llevamos de agosto han muerto en torno a 87, una veintena menos que hace un año.

Además, el pasado fin de semana, el más peligroso del año para la DGT, fallecieron 10 personas en las vías españolas, 21 menos que hace un año.