Eliminar carreras universitarios "en las que hay más profesores que alumnos" y aumentar la ratio en las aulas son propuestas lanzadas ayer por el presidente extremeño, José Antonio Monago, para rebajar gastos en educación y ayudar así a reducir los 3.000 millones de recortes en esta materia anunciados por Rajoy. "Habrá que tocar lo que no funcione y por qué no se va a poder tocar la sanidad y la educación" se preguntó el jefe del Ejecutivo regional en el Foro Cinco Días celebrado ayer en Mérida.

"Estas cuestiones hay que hablarlas y aplicar el sentido común", insistió. A los recortes que prevé en la educación añadió otro para la sanidad. Monago apuesta por agrupar contratos sanitarios para abaratar costes, ya que hasta ahora los contratos de menos de 18.000 euros no es necesario sacarlos a concurso público; si se hiciera, se podrían sacar a licitación agrupados y adjudicarlos a la oferta más económica. Todo ello supone buscar medidas desde la región para ahorrar 10.000 millones en materia educativa y sanitaria en España.

Respecto a educación, sin entrar en detalles hasta conocer las medidas del Gobierno central, Monago señaló que "habrá que priorizar", modificar la ratio de alumnos y analizar la situación de determinadas carreras universitarias "que no llegan a diez alumnos", porque "no tiene sentido mantenerlas".

En esta tesitura se encuentran varios títulos de la Uex. El grado de Estadística, con dos alumnos de nuevo ingreso este curso, el de Enología, con cuatro, y el de Filología Clásica, con nueve, no llegan ni a una decena de alumnos por curso pese a que ofertan medio centenar de plazas. Juntas no suman más de 40 alumnos en todos los cursos de grado que dispone (dos en las primeras y tres en Filología Clásica).

Estas son solo tres titulaciones que parecen estar en el punto de mira de Monago, pero no las únicas. Hay otra decena de títulos que no cumplen los requisitos planteados por el ministro de Educación: un mínimo de 55 alumnos por carrera. Con este nivel de eficiencia doce titulaciones de la Uex están bajo amenaza (gráfico).

La Uex no ha querido valorar el anuncio del presidente extremeño, ni del ministro de Educación, hasta que sus planteamientos se materialicen en un documento oficial.

En el seno de la universidad está más abierto que nunca el debate sobre su reordenación. La Consejería de Educación avanzó a este diario hace unos días que trabaja en un decreto que regule la planificación académica de la Uex en base a diversos parámetros, entre ellos la demanda. "Se está analizando la conveniencia de incluir una referencia a un número mínimo de alumnos para mantener un título", dijo el director de Universidad. Ahora parece que sí será así. Los criterios están sin definir y el ahorro que supondrá dejar de impartir ciertos grados es cuestionado, puesto que buena parte del profesorado es funcionario y se ocupan de otras tareas, como investigar.

"Antes de eliminar títulos tenemos que definir entre todos qué universidad necesitamos y queremos, y no hacerlo de este modo atropellado que solo conducirá a la pérdida de calidad y del servicio", añade Tomás Chaves, responsable de Enseñanza de CCOO.

"Me siento engañado, porque ahora Monago se decide. En su investidura la Uex era el motor de desarrollo de esta región", dice. Lo mismo opina del aumento de la ratio de alumnos por profesor en colegios e institutos. "Esto supondría modificar la Ley de Educación de Extremadura (LEEx) siete meses después de su puesta en marcha. Es un retroceso importantísimo". Chaves asegura que estas medidas no le cogen por sorpresa. "Nosotros ya venimos denunciando que la Junta recortaría 492 interinos y el tiempo parece que nos da la razón, porque con más ratio los interinos se reducen a la mínima expresión".

Muy crítico se muestra también el sindicato CSIF, que considera que Monago "se ha precipitado" al anunciar el aumento de ratios. Lo primero que debería hacer la consejera de Educación es, a su juicio, convocar a una reunión urgente a los sindicatos para explicar la situación de Extremadura y estudiar entre todos las medidas a adoptar.

El responsable educativo de CSIF, Adrián Vivas, considera "inviable" la medida, porque "lo que te ahorras en profesorado lo vas a gastar en infraestructuras", dado que las aulas están preparadas para tener 25 alumnos por clase en Primaria, 31 en Secundaria y 35 en Bachillerato --según la LOE y la LEEx--; y con un incremento se iría en contra de lo establecido en Ley de Educación extremeña. "Si con estas medidas se resuelven los problemas de España, adelante, que se quiten ordenadores o pizarras digitales, pero lo anunciado es el chocolate del loro". Según CSIF, el incremento de la ratio supondría "arruinar un trabajo de doce años, disminuir la atención a los alumnos, aumentar la indisciplina en las aulas y lo más grave, no resolverá los problemas económicos".