Las lluvias de los últimos meses han permitido que los embalses de la región continúen recuperando agua embalsada tras un largo periodo de sequía.

En estos momentos, y según los datos del último Boletín Hidrológico del Ministerio de Medio Ambiente, las presas extremeñas acumulan 10.123 hectómetros cúbicos, es decir, que están al 71% de su capacidad total, que asciende a 14.229 hectómetros cúbicos.

La evolución es evidente si se comparan estos datos con los obtenidos en las mismas fechas del año pasado. Y es que en la segunda semana de marzo del 2006 los embalses disponían de 8.667 hectómetros cúbicos (el 61% de su capacidad). En estos 12 meses los pantanos han recuperado 1.456 hectómetros cúbicos, aunque el comportamiento ha sido muy desigual en las cuencas extremeñas.

En el caso de las presas del Tajo, han pasado del 63% al 79,5% de su capacidad, ganando algo más de 1.000 hectómetros cúbicos en este último año. Por lo que se refiere a los embalses extremeños adscritos a la cuenca del Guadiana, las reservas apenas han aumentado en 392 hectómetros cúbicos, con lo que se ha pasado de cubrir el 59,2% a alcanzar el el 64,25%.

Pero estos últimos meses han servido para recuperar, de forma especial, algunas presas que se encontraban en una situación delicada . Así, por ejemplo, el pantano del Guadiloba, que abastece a la ciudad de Cáceres, ha pasado de tener 12 de sus 20 hectómetros cúbicos potenciales a estar casi al máximo, con 19 hectómetros.

Otros casos significativos han sido los de los embalses de Alcántara ( de 2.000 a 2.6000 hectómetros cúbicos), Baños (de 15 a 34), Portaje (9 a 15), Salor (3 a 14), Gargáligas (9 a 19), Sierra Brava (116 a 222) y Cíjara (que tenía 695 hectómetros cúbicos el año pasado y a día de hoy acumula 903).