No cayó íntegramente en Extremadura, pero dejó nada menos que 10,5 millones de euros. Es el pellizco del Gordo que ayer se repartieron empleados de la empresa Viajes Marsans en la región, sobre todo en Mérida, aunque también en Badajoz, Don Benito y Cáceres. Igualmente, se vieron agraciados trabajadores de esta firma en Canarias y Castilla La Mancha, paradójicamente el mismo día en que a otra empresa del grupo, Air Comet, le fue retirada la licencia de vuelo. En términos globales, los extremeños recuperaron con la Lotería de Navidad 13,5 millones de euros (teniendo en cuenta los principales premios), lo que representa el 26% de lo que gastaron: 51,6 millones.

Pero en absoluto pensaban ayer en eso Estefanía Galán, Nuria Cabrera y Mar Rodríguez, las tres empleadas de Mérida. Cada una ha ganado 600.000 euros y, en total, han repartido 14 décimos (4,2 millones) entre ellas y sus familiares. Comprar una casa, hacer un viaje y cancelar hipotecas son sus primeros objetivos, según Estefanía y Nuria, que no pararon de recibir las felicitaciones en la oficina emeritense, mientras su compañera Mar se encontraba de vacaciones.

Con la emoción y los nervios propios del momento, apenas podían hablar, aunque tenían claro que seguirán trabajando. Estaban en la oficina cuando la madre de Nuria les llamó diciendo que les había tocado el Gordo. "Yo no lo podía creer, pero insistió, lo vi por internet y era verdad", indicó.

"Ya tengo casa, pero me compraré una más grande", señaló Nuria, que puede cumplir otro sueño, "viajar a la Polinesia". Estefanía, por su parte, pensaba en la "gran boda" que celebrará con su novio Oscar, militar que está en Líbano, prevista para agosto. La oficina fue una locura todo el día, botellas de champán eran descorchadas cada vez que llegaba alguien a felicitarlas, algunos de ellos también agraciados; mientras el teléfono no paró de sonar.

En Cáceres, ese Gordo que ha viajado con Marsans ha dejado 200 millones de las antiguas pesetas, con los décimos que jugaban cada una de las cuatro trabajadoras que la empresa tiene en las dos sucursales de la ciudad. "Al salir el número hemos comentado que las dos últimas cifras coincidían con el nuestro", decía entre la risa y el llanto María Julián Evole, una de las empleadas de la oficina de Gil Cordero. En realidad coincidían los cinco, como comprobaron después, y eso les reportará a cada una 300.000 euros que, en su caso, se destinarán "a comprar una casa, que era lo que anoche--por el lunes-- decíamos mi novio y yo que haríamos si nos tocaba la lotería". Solo jugaba ese décimo, junto a otras participaciones. "No más de 40 euros", aseguraba.

SIN HIPOTECA Y CON BODA También llevaba ese único décimo la directora de la sucursal, Elisabeth García, que además nunca, hasta ayer, había seguido el sorteo del 22 de diciembre. Abrazada a su novio, repetía: "nos quitamos la hipoteca". A lo que él añadía: "en el 2010 nos casamos".

Guadalupe Barrado es la tercera de las premiadas. La más jugadora del grupo llevaba este año unos 70 euros y había anotado todos sus números para seguir el sorteo. "Cuando vi que acababa en cuatro he pensado que ya no perdía lo jugado", decía después. Cuando ha visto que el resto de números también coincidían, no ha dudado en qué invertirá los 299.980 euros restantes: "En un piso, que ahora sí puedo", decía. Pese a que el trasiego de gente, las llamadas y las felicitaciones no cesaron en toda la mañana, esperaron hasta las dos de la tarde para que tres de las cuatro compañeras y algunos familiares descorcharan una botella de cava para la celebración.

En cambio, en las dos agencias de Badajoz, a simple vista no había indicios de que a sus empleados les hubiese cambiado la vida: trabajaban como si tal cosa. Las tres trabajadoras de la oficina de la calle María Auxiliadora habían comprado un décimo cada una y cuando este diario contactó con ellas, Idoia Cloone solo afirmó que aún no había calculado cuánto dinero les correspondía. Tampoco a Julia, quien admitió que no era momento de seguir trabajando, "pero es lo que hay", dijo. En la oficina de la avenida de Europa hay otros tres trabajadores y mantenían el mismo espíritu, como demostró Adrián Anselmo con su descripción del ambiente: "Aquí, trabajando, con normalidad". Nunca antes les había tocado la lotería y ahora dijo que este dinero servirá "para tapar agujeros".

Igualmente, las dos trabajadoras de Viajes Marsans de Don Benito resultaron agraciadas con un décimo cada una, según declaró una de ellas aún sin terminar de creérselo, informa Europa Press, mientras que cuatro trabajadores y el director de la oficina de Plasencia compraron siete décimos, y en Badajoz, donde la firma cuenta con dos oficinas, sus seis trabajadores adquirieron otros ocho décimos, informa Efe.

Sin embargo, no han tenido la misma suerte las dos empleadas de Zafra y las tres de Almendralejo, que no han llegado a ver el 78.294, ni los vecinos de la barriada Hispanoamérica de Cáceres, cuya asociación había comprado el 78.394, según su presidente, Raimundo Medina.