El Servicio Extremeño Público de Empleo (Sexpe) registró el año pasado un "alto grado de intermediación" con cerca de 140.000 ofertas laborales.

Sin embargo, el informe del Consejo Económico y Social de Extremadura (CES) explica que el número de ofertas que quedaron sin cubrir alcanzó las 8.164, con lo que los empleos huérfanos crecieron el año pasado un 12,6%. De esta forma, seis de cada cien empleos quedaron vacantes a pesar de que en la región había 77.000 parados según los datos de la Encuesta de Población Activa. El documento del CES revela que la mayoría de estos empleos no cubiertos son para trabajadores agrarios (4.613), un sector en el que el Sexpe intermedió con éxito en 73.497 puestos de trabajo.

De hecho, el 64% de las ofertas que pasan por el Sexpe son para trabajadores agrícolas. Le siguen en esta clasificación los contratos para albañiles, peones de la construcción y auxiliar de ayuda a domicilio. Mientras, la demanda de empleo --las ocupaciones seleccionadas por los parados registrados en el Sexpe-- se centra en limpiadores, trabajadores agrícolas, peones de la industria manufacturera y dependientes de comercio.

Debilidades del sistema

En otro orden de cosas, el informe del CES analiza la situación del paro por zonas --divide la región en los 33 centros de empleo del Sexpe-- y destaca que mientras el año pasado el paro bajó en las ciudades, en las zonas rurales no se repitió ese buen comportamiento del empleo, puesto que se mantuvo estable.

En términos relativos, las mayores bajadas del desempleo se produjeron en Alburquerque, Valencia de Alcántara y Don Benito, puntos en los que el paro se redujo en más de un 10%. Por el contrario, creció de forma significativa en Castuera (10,73%), Guareña (13,51%), Villafranca de los Barros (14,62%) y Herrera del Duque (22,31%).

En conjunto, el paro registrado bajó en Extremadura en cerca de 1.000 personas aunque subió en 18 de las 33 oficinas del Sexpe. Por lo que se refiere a los municipios de más de 10.000 habitantes, el desempleo se redujo en todas excepto en Villafranca, Navalmoral de la Mata y Plasencia, que entre las tres acumularon cerca de 200 nuevos parados en el 2004.

Sin embargo, el principal problema no es tanto el número de contratos firmados o de parados inscritos, sino la alta tasa de temporalidad que se registra en la comunidad. De esta forma, el año pasado se firmaron en Extremadura 230.621 contratos (más de la mitad del total) con una duración inferior a un mes, a lo que se suma que cerca del 20% de los desempleados extremeños llevan más de dos años buscando un puesto de trabajo.

Aún así, el CES resalta que el paro masculino "es mayoritariamente de corta duración", mientras que el desempleo de larga duración afecta en mayor medida a mujeres, con una incidencia que supera en trece puntos la de los hombres.