«Qué valientes sois», les decía todo el mundo cuando decidieron abrir un nuevo restaurante, La Maestra en Cáceres, el pasado noviembre, en plena pandemia de covid-19. «No sé si es de valientes o de temerarios, pero creíamos que era una buena época para que en medio de restricciones y oscuridad se encendiera una nueva luz», cuenta el jefe de cocina de este nuevo establecimiento, Carlos González.

La Maestra es uno de los nuevos negocios extremeños a los que esta crisis sin precedentes pilló en plena faena y les obligó a recalcular planes, fechas y presupuestos. Otros proyectos empresariales, en cambio, han surgido precisamente durante los meses de confinamiento, como la cafetería The Cereal Café, que está a punto de abrir sus puertas en Badajoz. Su propietario no encontraba trabajo y se lanzó a emprender tras diez años de experiencia en el mundo de la hostelería. «Dicen que somos unos valientes o que estamos locos», cuenta Eduardo Cabalin. De momento, ya están en marcha sus redes sociales y están teniendo mucho apoyo, oxígeno para afrontar la recta final mientras sube la incidencia del covid en la región. «Es cierto que da un poco de miedo porque la hostelería está cerrada ahora mismo, pero aún nos faltan algunas semanas para abrir; además, el ministro Illa dice que hay probabilidades de que para el verano podamos incluso quitarnos la mascarilla».

Y es que el optimismo es precisamente la bandera de estos nuevos negocios que se han fraguado en plena pandemia y para los que emprender ha sido un reto aún más difícil y también más arriesgado. Porque mientras unos planeaban abrir sus puertas por vez primera, otros negocios han echado el cierre en Extremadura en los últimos meses. Algunos de ellos solo de forma temporal, a la espera de que la situación amaine y se pueda recuperar la ansiada normalidad, pero los hay que ya han puesto el cartel de cerrado de forma definitiva. Lo registran ya las estadísticas oficiales.

Según los datos de empresas inscritas en la Seguridad Social, extraídos del Ministerio de Trabajo y Economía Social, en febrero del 2020 constaban en Extremadura un total de 32.075 empresas. Diez meses después, en diciembre de 2020, se contabilizan 31.411 empresas en la comunidad, cerca de 700 menos. No se cuentan aquí los negocios que se encuentran inmersos en expedientes de regulación temporal de empleo. Por sectores, entre febrero y diciembre del 2020 se han cerrado más de 400 empresas en el sector servicios (hostelería, comercio...), más de 150 en la construcción y casi un centenar en la actividad agraria. En el sector industrial, por su parte, el balance es positivo con 6 altas más.

La clave, apunta el jefe de cocina del nuevo restaurante cacereño, no es solo abrir sino aguantar en ese balanceo entre el optimismo y la preocupación.

RESTAURANTE LA MAESTRA. Cáceres«A sabiendas de que nos cerrarían, había que abrir»

RESTAURANTE LA MAESTRA. Cáceres

En noviembre y sin inauguración oficial, abrió sus puertas un nuevo restaurante en Cáceres: La Maestra, en avenida de Portugal. Es un proyecto que se venía fraguando desde 2019 y que la pandemia obligó a posponer. La reforma del local comenzó en febrero, estuvo parada durante los meses de confinamiento y en verano «costó avanzar» porque muchas empresas de construcción y carpintería estaban cerradas. «Ha sido un cúmulo de desastres hasta que hemos podido abrir, pero no quedaba más remedio que hacerlo a sabiendas de que nos iban a cerrar en algún momento. Había ganas y echarse atrás no era una opción», dice Carlos González, jefe de cocina.

Una vez en marcha se han ido adaptando a todas las circunstancias. Hasta el momento solo ha podido tener un aforo máximo del 40%, ha tenido que reducir la oferta que planteaba inicialmente, olvidarse del tapeo en barra y pendientes de un permiso del ayuntamiento para permitirles una terraza que «nos hubiera dado un poco de respiro». Pero pese a los inconvenientes, la esencia de La Maestra es la misma de su origen. La enoteca, aunque al principio iba a ser más amplia, contiene 25 vinos por copa y en el restaurante «somos fieles, el estilo de cocina es el previsto, una cocina de producto, de calidad, con toques internacionales», explica. En los dos meses en marcha, el negocio ha ido bien y mira al futuro con optimismo aunque esta semana, con otro cierre en la hostelería, hay 6 trabajadores en erte y han tenido que volver a reinventarse con take away. «El feedback es positivo, hemos invertido en packaging y enviamos instrucciones para montar os platos en casa de la manera más fiel».

THE CEREAL CAFÉ (Badajoz)«Se ha retrasado todo, pero abrimos en febrero»

THE CEREAL CAFÉ (Badajoz)

Badajoz está a punto de contar con una nueva y original cafetería, cuya idea surgió en plena pandemia. Con una década de experiencia en la hostelería, Eduardo Cabalin se quedó en el paro, no encontraba trabajo ante la proliferación de ertes y decidió emprender. Junto a su mujer, de Badajoz, se trasladaron de Mallorca a la capital pacense y con la incidencia del covid más relajada, empezaron a trabajar en su particular proyecto. Ahora mismo están ultimando la reforma del local, en la calle doctor Pedro Callejo Alonso, para poder abrir en febrero. Aunque el proyecto echó a andar en agosto, el covid ha retrasado «bastante» la puesta en marcha del negocio. «Ha ido más lento de lo que nos gustaría por el covid» con retrasos en la administración, los bancos y la construcción, principalmente.

The Cereal Café es un concepto original de cafetería y no es una franquicia. «El producto principal son los cereales, los habrá de todo tipos, algunos importados de diferentes partes del mundo, pero en Badajoz tampoco pueden faltar las tostadas y también habrá dulces y tartas caseras de la Mandarina Glotona». Y cervezas. Todo en un local que tendrá terraza y estará ambientado en los años 90. La ilusión por este nuevo proyecto no está reñida con el vértigo y la incertidumbre de la situación actual. «Es cierto que ahora mismo da un poco de miedo, pero no nos echamos para atrás; aún nos faltan unas semanas para abrir y esperamos que pase pronto esta ola y la situación mejore». De momento, pese a las dificultades puede la ilusión y están recibiendo mucho apoyo en sus redes sociales.

COMPLEMENTOS CAMELIA (Plasencia)«Bajaron el alquiler del local y eso nos animó»

COMPLEMENTOS CAMELIA (Plasencia)

El pasado noviembre abrió en la calle Talavera de Plasencia una nueva tienda, Complementos Camelia, dedicada a la venta de artículos principalmente de mujer, pero también hay cosas para hombres. «Pendientes, pulseras, bufandas, diademas, medias, vestidos... y también hacemos grabados de calidad en joyas», cuenta la dueña Noemí Montaña Vargas, placentina. La idea de abrir este negocio le rondaba a la familia desde hace tiempo y la llegada del covid, aunque también trajo miedo y muchas dudas, fue la puntilla para animarse a materializar aquella idea. Ella se dedicaba hasta ahora a la venta ambulante en los mercadillos y las restricciones impuestas para estos hacía su situación muy complicada. A esto se suma que dos de sus cuatro hijos son muy pequeños todavía, tienen cinco meses y dos años, y tampoco era sencillo el negocio ambulante. «Teníamos un dinerillo ahorrado y como veíamos que la situación estaba mal, nos decidimos. Además, el alquiler era un poco más bajo por la situación y eso nos animó».

El 16 de noviembre fue la apertura y aunque al principio «estábamos asustados», la llegada de la Navidad empezó a aumentar las ventas. «Nos ha ido bien en las últimas semanas con la compra de regalos para navidad, la gente nos está aceptando muy bien la verdad, aunque ahora algo más asustados, veremos cómo vienen enero, febrero y marzo». El futuro es incierto pero lo mira con optimismo. «Estos meses pueden ser más flojos, pero confiamos en que para abril todo vaya mucho mejor y la gente se anime a salir y a comprar».

ALPHA BARBER SHOP (Cáceres)

«Era una batalla mental entre tirarlo todo y seguir»

El mismo día que se decretó el estado de alarma en España por el covid-19, el pasado 14 de marzo, se iba a inaugurar en Cáceres una nueva peluquería y barbería: Alpha Barber Shop, en la calle San Pedro. «El mundo laboral estaba muy complicado, más para una persona de 50 años como yo, así que buscaba emprender en algo y esto me pareció la mejor idea de negocio», cuenta Lorena Mayz Rivera, la propietaria. Ella, afincada en Cáceres desde hace dos años, se encarga de la gestión y contrató a dos barberos, pero se vieron sorprendidos por la pandemia y hubo que posponer la inauguración.

Casi dos meses de confinamiento después, la barbería pudo abrir sus puertas el 5 de mayo. Eso sí, con un gasto mayor del esperado, porque requiere de material higiénico y desechable que no estaba en sus cuentas iniciales. «Era una situación sin precedentes, nadie te podía decir qué iba a pasar, no se podían hacer previsiones ni cálculos, pero ya no podía echarme atrás». Recuerda aquellos días como «una batalla mental entre tirarlo todo y seguir, porque el futuro es incierto y era difícil apostar en algo». Pero decidió continuar. El verano no fue mal, porque menos gente se marchó de vacaciones y el propietario del local, cuenta, «se ha portado muy bien», pero admite que aún no le salen las cuentas a fin de mes. «Tengo que pedir préstamos porque todavía no cubro los costos. Tengo dos empleados y gastos fijos que no se pueden eludir y ahora nos suben los impuestos y nos ahorcan un poco más». Pero pese a todo quiere ser optimista. «Espero que la situación cambie y mejore pronto para todos».