El 2011 será otro año malo para la economía y el empleo en la región, pero no será tan negativo como el 2010. Esas son las perspectivas del empresariado extremeño de cara al ejercicio que acaba de comenzar. El clima es de pesimismo, aunque confían en que lo peor de la crisis económica ya haya pasado. No aprecian síntomas de una recuperación que permita reanudar la senda del crecimiento, pero sí indicios que les hacen pensar que no se destruirá tanto empleo y que la actividad, aún situándose lejos de los años de bonanza, recobrará cierto ritmo.

Las Cámaras de Comercio e Industria han sondeado la opinión de los empresarios. Han pulsado sus previsiones para este año a través de más de 9.000 encuestas realizadas durante el pasado mes de diciembre. Y los resultados, en el caso de Extremadura, siguen siendo poco halagüeños. De hecho, aún son mayoría los que piensan que las cifras de negocio irán incluso a peor respecto a lo ocurrido en el 2010. Aunque si se compara con las perspectivas que había hace 14 meses, el pesimismo es menor. "La percepción es que quizás no sea un año del todo malo, sobre todo teniendo en cuenta los ajustes económicos tan importantes que se han realizado durante el año pasado. El 2011 será un ejercicio de estancamiento y, esperemos, que marque el cambio de tendencia hacia la recuperación", apunta Jorge Prieto, director general de la Cámara de Comercio de Cáceres.

En este sentido, el optimismo es mayor a nivel nacional. En nueve comunidades autónomas los empresarios creen mayoritariamente que verán una mejoría en sus negocios --hace un año, tan solo se mostraban tan esperanzados en dos regiones, País Vasco y La Rioja, que ahora incluso incrementan sus perspectivas--. En esta línea, una encuesta similar realizada por la compañía Adecco, dedicada a la gestión de recursos humanos, y que se publicó ayer, apunta que el 40% de las empresas españolas espera cerrar este año igual que el 2010, el 34,7% prevé mejorar y sólo el 25% augura que será peor.

MAS INVERSION, MENOS EMPLEO En general, según los resultados obtenidos por las cámaras de comercio, los empresarios extremeños prevén, de forma mayoritaria, un deterioro de sus ventas a nivel nacional y una reducción de las inversiones realizadas en sus negocios. No obstante, también en estos parámetros el panorama es menos negro de lo que arrojaban las encuestas realizadas hace un año. "Tanto la demanda interna como la inversión están estancados, porque los niveles de consumo no se recuperan y se mantiene la situación de falta de liquidez e inaccesibilidad al crédito", ahonda Prieto, que sin embargo muestra confianza en que las exportaciones sigan sirviendo de colchón para aliviar la drástica caída de la actividad a nivel nacional: "las ventas al exterior crecerán. Hay países que están saliendo de la recesión o la han sufrido menos, que demandan productos extremeños y que, seguramente, incrementarán sus compras aquí".

Donde las previsiones son muy pesimistas es en el ámbito del empleo. Si durante el 2010, unas 16.000 personas perdieron su trabajo --hasta situar el número de parados en la región en 118.800, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa--, los empresarios --que en la encuesta del 2010 mostraban confianza en aumentar las contrataciones-- creen que a lo largo de este año habrá menos empleo. "Por lo que nos transmiten en la cámara, durante el primer semestre seguramente se vaya a seguir destruyendo empleo, pero la situación puede cambiar en la segunda mitad y que aumenten las oportunidades de trabajo", explica el director de la Cámara de Cáceres.