Bien porque agilizar la obra pública es beneficioso, ahora incluso imprescindible, para la economía, pero ¿con qué fondos? En resumen, esta es la reacción de las constructoras extremeñas que habitualmente acceden a proyectos promovidos por las Administraciones públicas a la propuesta del presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, de recurrir a la colaboración privada para agilizar la construcción de la línea de Alta Velocidad Madrid-Lisboa.

Para los empresarios consultados por este diario, la idea es positiva, a falta de que se determinen los términos en los que podría llevarse a cabo, pero también tiene riesgos. Fundamentalmente, los que se derivan de preguntarse si hay recursos financieros disponibles para afrontar las elevadas inversiones que suponen este tipo de proyectos. "¿Estaría dispuesto el sector financiero, en la difícil situación económica que vivimos en la actualidad, a colaborar con las empresas para llevar a cabo obra pública?", se pregunta el director general de Magenta, José María Paredes.

REACTIVAR LA ECONOMIA Como responsable de una de las principales constructoras de la región, Paredes reconoce las ventajas de acelerar la obra pública, no solo por lo necesaria que pueda ser sino, fundamentalmente en la actual crisis, como medio de reactivar la economía generando empleo y riqueza. Sin embargo, destaca que suponen un elevado coste que las empresas extremeñas, por su dimensión, difícilmente pueden afrontar con recursos propios, por lo que precisan una financiación a la que actualmente no es sencillo acceder.

La misma preocupación comparte Javier Candela, gerente de Placonsa (otra de las grandes firmas del sector en Extremadura), que reconocen que "en la coyuntura actual, es complicado obtener financiación". Por ello, considera que las empresa pequeñas y medianas, como son la mayoría de las extremeñas, tendrían complicado financiar una obra pública. Además, recuerda que aún no se ha concretado qué sistema se utilizaría para tener los fondos privados, lo que estima imprescindible para valorar la medida.

No obstante, Candela apuesta por ser "imaginativos" para buscar soluciones a la crisis y agilizar las obras, algo que, considera: "nos viene bien a todos". Por ello, aboga por dar tiempo a los poderes públicos para que "maduren su propuesta", si bien de momento reconoce que para las empresas extremeñas, en principio, es complicado poder a financiar o cofinanciar obras públicas.

Justo en la misma línea se manifiesta Roberto Vázquez, gerente de Carija, otra de las constructoras más representativas de la región. A su juicio, esta iniciativa llega en "el peor momento para pedir dinero", ya sea para comprar una casa, "no digamos para hacer una obra de las dimensiones que tiene un proyecto público".

Pero, como Candela y Paredes, Vázquez se muestra convencido de que construir el AVE con la colaboración es factible. "Se hace normalmente con las autopistas y los párkings, ¿por qué no con el ferrocarril?". Por ello, plantea su disposición a analizar cómo se articula la iniciativa, si bien reconoce que si se apuesta por grandes proyectos, las empresas extremeñas pueden verse perjudicadas.

Por su parte, desde el Grupo Katry declinan pronunciarse sobre la propuesta hasta tener más datos sobre cómo se llevará a cabo.