El sector de los servicios, que es el más numeroso en cuanto a empleados en la región, es también el que más bajas acumula. Y eso a pesar de que la estadística de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT) no incluye a buena parte de las administraciones públicas, donde la incidencia del absentismo suele ser mayor. En conjunto, con 30.047, los servicios suman casi tres cuartas partes de los procesos iniciados el año pasado por contingencia común en Extremadura, con una duración media de algo más de 69 días. Dentro del sector terciario, las actividades comerciales están a la cabeza por cifra de bajas (7.281), por encima de las administrativas y servicios auxiliares (4.185); las sanitarias y de servicios sociales (3.909); la Administración Pública (3.675); y la hostelería (3.389).

Tras los servicios aparecen la industria, con 4.587 procesos (de una duración media de 65,12 días), de los que algo menos de la mitad corresponden a la industria de la alimentación; y la construcción, con 3.004 y 79, respectivamente. Por último, la agricultura es la que menos procesos iniciados acumula (tanto en términos absolutos como relativos), con 2.459, pero donde se prolongan más, con 124,6 días.

Yendo más al detalle de las actividades concretas que desempeña el trabajador, y teniendo en cuenta la incidencia media mensual por cada mil trabajadores protegidos, entre los empleos con unas cifras elevadas —y que tengan un volumen representativo de trabajadors protegidos y procesos iniciados— figuran los vinculados a las actividades administrativas de oficina y otras actividades auxiliares a las empresas (31,9); los empleos postales o de correos (25,1); o la recogida, tratamiento y eliminación de residuos (18,1).

Por contra, entre las que menos incidencia tienen, se incluyen las actividades veterinarias (7,68); las jurídicas y de contabilidad (7,72); las inmobiliarias (7,75); y las deportivas, recreativas y de entretenimiento (8,72).