El 23 de julio pasado, el consejero de Sanidad y Consumo, Guillermo Fernández Vara aseguraba: "Por primera vez veo la luz al final del túnel", para explicar el balance de los primeros seis meses del 2004 en relación a las listas de espera quirúrgica y de consulta. La visión es certera si se tiene en cuenta que las cifras se han estancado a lo largo del pasado año en lo referente a las intervenciones, ya que se ha reducido en 50 personas, al pasar de 16.021 a 15.971 a 31 de diciembre.

Sin embargo, no resulta tan optimista si se echa la vista atrás. Cuando la Junta asumió las transferencias sanitarias, el 1 de enero del 2002, las cogió con una lista de espera quirúrgica de 12.962 pacientes, según las cifras facilitadas entonces por el Ministerio de Sanidad, lo que supone que en la actualidad hay 3.000 personas más que esperan ser llamadas para operarse, un 23% más que entonces.

Además, el tiempo medio de demora para las operaciones ha pasado en este período de 63 a 105 días, y salvo en Cirugía Torácica, Maxilofacial, Pediátrica y Cardíaca, ha aumentado en todas las especialidades.

Para intentar paliar año tras año la lista de espera para operaciones, la Junta destina una cantidad de dinero para conciertos con clínicas privadas. Según el último presupuesto elaborado por el Gobierno autonómico, ese dinero aumenta un 20% respecto al último ejercicio (11,1 millones de euros, frente a 9,2 millones). Además, el pasado año el SES gastó 4 millones en pagar peonadas a los profesionales sanitarios.