Los vecinos de Vigo acaban de votar si se debe prohibir fumar en las playas. En Cataluña, el gobierno regional prepara una ley para acabar con el humo en los coches y en los estadios deportivos, que también se está planteando el Ministerio de Sanidad. Y en Navarra empezaron el año pasado a financiar los tratamientos para dejar de fumar y eso atrajo a más de 6.000 personas que acudieron a los centros de salud en busca de ayuda para abandonar este perjudicial hábito. Acciones de este tipo ponen a estas comunidades a la cabeza de la lucha contra el tabaquismo, en la que Extremadura no para de trabajar aunque no logra despuntar. Está entre las regiones con más fumadores de España: el 41,6% de los extremeños ha fumado en el último mes.

«Se están haciendo cosas, pero no lo suficiente para reducir esta adicción», valora el médico de familia y delegado en Extremadura del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, Emilio Salguero. Durante el año pasado 534 personas acudieron a los profesionales sociosanitarios que están destinados en la comunidad a tratar el tabaquismo: los Equipos de Conductas Adictivas (anteriormente denominados CEDEx), que también tratan la adicción a distintas sustancias, incluida al tabaco.

EQUIPOS DE ADICCIONES / Hay un total de 14 equipos multiprofesionales (personal del ámbito de la medicina, psicología, enfermería, trabajo social, monitorado y administración) que atienden en 16 centros ambulatorios de atención a conductas adictivas ubicados en las principales localidades extremeñas. A estos se suman otros seis Puntos de Atención a Drogrodependientes y otras conductas adictivas (denominados PAD) en los municipios de Alburquerque, Herrera del Duque, Navalmoral de la Mata, Navalvillar de Pela, Orellana la Vieja y Talarrubias. De esta forma, se acerca «el recurso a zonas que por su distancia sería una complicación para la persona que lo socilita», explican desde la Secretaría Técnica de Drogodependencias, dependiente de la Consejería de Sanidad y Políticas Sociales.

«Pero estos equipos son un mínimo oasis en medio de un desierto que no alcanza la vista», reconoce Salguero. Y se podría hacer mucho más dentro y fuera de la región. «El tabaco es una adicción potentísima, es como un dragón de siete cabezas al que hay que cortarle las siete, no vale solo con una», dice el experto. Habla de poner más restricciones en los lugares donde se puede fumar (como ya se está haciendo en otras comunidades), de subir el precio «para que los jóvenes no se inicien al tabaco», de un empaquetado genérico que reste atractivo al producto, de leyes que prohiban, por ejemplo, fumar en el coche... «Hay que ir cerrando su espacio para que cada vez más fumadores se sientan motivados y pidan ayuda», insiste el doctor.

Y esa ayuda, además, debe venir primero de los profesionales de la Atención Primaria del Servicio Extremeño de Salud (SES). «Hace falta más implicación y crear esa sensibilidad en la población y también en los profesionales de que se trata de un gran problema y que nosotros tenemos un papel primordial y podemos ayudar a un montón de fumadores». Sin embargo, prosigue, «nosotros no nos hemos visibilizado como la primera ayuda que debería tener un fumador y eso hay que cambiarlo». Por eso, considera este experto que la primera atención debe estar en la Atención Primaria: «Los equipos de adicciones de CEDEx deben estar también pero para atender aquellos casos más especiales, como verdaderos especialistas».

«EL FUMADOR NO ES UN VICIOSO» / Para lograr crear esa sensibilidad tanto en los profesionales como en los fumadores, lo primero que habría que hacer, según el especialista, es cambiar el concepto que la sociedad tiene del propio fumador. «No es un vicioso, una persona débil o sin voluntad para dejar el tabaco como se piensa muchas veces, sino que es un adicto, porque el tabaco es la adicción más potente de las conocidas, mucho más que la cocaína o la heroína. El fumador es una persona que está prisionera», asegura el doctor Salguero. Luego hay otras acciones determinantes como imponer más restricciones a nivel autonómico o formar a los profesionales de la Atención Primaria para ser la primera ayuda del fumador. El doctor Salguero lleva años haciéndolo en el centro de salud en el que trabaja, el de Valdepasillas en Badajoz. «Intento sacar huecos para el tabaquismo porque creo que es un tema ético. Como más vidas salvo y más sufrimiento evito es ayudando a las personas a dejar de fumar», sentencia.

LA LUCHA EN LA REGIÓN / ¿Qué se está haciendo en Extremadura en la actualidad? Además de esos 16 equipos multiprofesionales que atiende todo tipo de adicciones -como ocurre en el resto de comunidades-, la región va de la mano del Ministerio de Sanidad en todas las acciones que se lanza contra el tabaquismo: campañas de sensibilización e información, cursos de desahabituación tabáquica, un programa preventivo en 140 centros educativos, análisis de las encuestas sobre adicciones elaboradas a nivel nacional... El pasado abril se publicó el Plan de Adicciones de Extremadura 2018-2023 que, según la Consejería de Sanidad, contempla 14 líneas de actuación en tabaquismo para la región, aunque de momento el documento no ha visto la luz.

Asimismo, durante el 2018 también se interpusieron en la comunidad 59 expedientes sancionadores y un total de 172 denuncias: la mayoría por permitir fumar en establecimientos donde la ley lo prohibe, pero también por venta de tabaco en establecimientos no autorizados o por falta de cartelería donde se informe sobre la prohibición de fumar en los establecimientos.

DETECCIÓN PRECOZ / Pero desde Sanidad saben que pueden hacer mucho más contra el tabaquismo, aunque según Salguero, que Extremadura sea una de las mayores productoras de tabaco tampoco ayuda «aunque no debería ser así». Por eso desde la consejería están sumando esfuerzos. Ahora con las áreas de salud trabajan en un programa de detección precoz del tabaquismo y otro de interveción rápida. Además, se está «finalizando el borrador del plan de prevención y tratamiento del tabaquismo en Extremadura con enfoque de género y también trabajando en un documento sobre cómo denunciar los incumplimientos a la ley 28/2005», informa la consejería.

Medidas que, de momento, quizá no están siendo suficientes para rebajar la cifra de fumadores: más del 40% de los extremeños han fumado en los últimos 30 días, según la encuesta Edades. La cifra solo la superan asturianos, aragoneses y valencianos. Aún así, el experto reconoce que aunque puede que haya más fumadores, se fuma menos en general: «la realidad es que hay menos fumadores de los de antes, de los de dos paquetes al día, pero aún así todavía falta mucho por hacer contra el tabaquismo».