Hay que ver y analizar profundamente el contenido real de la propuesta que realizan la Universidad de Comillas y Greenpeace. Pero nos parece difícil que España en los próximo 50 años pueda funcionar, en cuanto a producción y consumo energético se refiere, únicamente con fuentes de energía renovables. En primer lugar, porque el desarrollo tecnológico aún no acompaña a este tipo de instalaciones; y segundo, porque habría muchos problemas dentro del propio sistema eléctrico: falta de estabilidad, complicaciones para garantizar una potencia real activa y carencias de unos modelos de equilibrio que actualmente sí ofrecen otras fuentes energéticas.

Teniendo en cuenta estos problemas, la hipótesis del informe parece que responde más a un deseo que a una realidad. De hecho, no hay ningún organismo internacional ni ningún país que se haya lanzado a la implantación generalizada de estas llamadas energías limpias. Por contra, estamos convencidos de que el sistema energético español, en su situación actual, necesita de la energía nuclear, la única que puede garantizar el respeto al Protocolo de Kioto, el cumplimiento de los objetivos de Lisboa y la garantía del suministro.

* Presidente del Foro Nuclear.