Un 40% de los pacientes que participaron en el estudio del doctor José Carlos Fuertes sobre la repercusión de la crisis en la salud mental reconocieron haber incrementado el consumo de alcohol "de forma notable" en los últimos 6 meses e incluso un 4% dijo haberse iniciado en el consumo de cocaína. Para Fuertes, el hecho de que el alcohol sea una droga "polivalente, social e institucionalizada" hace que "muchos, en lugar de acudir al psiquiatra, acudan al bar a tomarse unas copas". Igualmente, este experto destaca que estas situaciones están también relacionadas con una mayor incidencia del suicidio.