El esfuerzo de los extremeños, en términos de deuda hipotecaria, para comprar una vivienda se ha multiplicado casi por tres en sólo seis años, según el estudio realizado por Santiago Carbó, profesor de la Universidad de Granada, para la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas). Así, en 1997, cada habitante de Extremadura debía como media a los bancos algo más de 3.900 euros por las hipotecas, mientras que al cierre del pasado año esta deuda había crecido hasta superar los 9.500 euros.

Pese a que el endeudamiento se mantiene muy por debajo de la media nacional, aproximadamente en la mitad, la diferencia con dicha media ha ido descendiendo, ya que el crédito por habitante en España apenas se duplicó en el mismo periodo. De este modo, Extremadura se ha convertido en la cuarta región española donde más ha crecido la deuda hipotecaria por persona, sólo por detrás de Castilla y León, Andalucía y La Rioja.

En el extremo opuesto, asturianos, vascos y castellanomanchegos son los que menos han visto incrementarse su nivel de deuda para adquirir una casa.

En el ránking absoluto, destacan los altísimos niveles de deuda de madrileños (casi 31.000 euros por persona), catalanes (22.385 euros) y vascos (alrededor de 21.600 euros).

SALARIOS HIPOTECADOS Otra variable utilizada por el profesor granadino para analizar el impacto que la compra de viviendas tiene en la economía familiar es medir los salarios anuales íntegros que una familia tendría que dedicar a la adquisición de una casa de 90 metros cuadrados. En el caso extremeño, el número de sueldos es de 3,6, sensiblemente menos que la media española, donde habría que destinar los ingresos de casi siete años para comprarla.

Sin embargo, lo más llamativo es el comportamiento tan distinto que ha tenido esta variable en los últimos años. Así, en el periodo 1997/2000 el coste para los extremeños disminuyó, desde 3,2 sueldos hasta 2,8, mientras en la media española se mantenía. Esto fue así porque el salario medio en la región creció un 32% hasta alcanzar los 14.557 euros. Por su parte, el precio del metro cuadrado edificado no se incrementó al mismo ritmo, lo que permitió bajar este índice.

En el periodo siguiente, 2000/2003, la situación se invirtió. Así, mientras los salarios extremeños sólo variaban un 6,8%, hasta quedar en 15.553 euros brutos, el coste del metro cuadrado de vivienda subía casi un 10%, lo que motivó que el número de sueldos anuales brutos necesarios para comprar la casa subiese hasta 3,6.

PROBLEMAS PARA LAS FAMILIAS Estas dos circunstancias --incremento de la deuda por habitante e incremento del número de sueldos que hay que dedicar al pago de la vivienda-- que en realidad vienen a confluir en lo mismo, representa, a juicio de Carbó, un grave problema para la economía familiar, puesto que este endeudamiento hipotecario "ha mermado de forma considerable la capacidad de gasto y ahorro de los hogares". Además, y al tratarse de créditos hipotecarios, el profesor granadino indica que resulta aún más preocupante, puesto que el peso sobre los ingresos familiares de estos préstamos se mantiene durante un largo periodo, lo que resulta más problemático que el simple dato de la deuda absoluta por persona.

De hecho, y según este informe, lo alarmante no es que el endeudamiento haya crecido, sino que dentro de éste, los préstamos hipotecarios han ido ganando peso año tras años sobre los créditos al consumo, hasta suponer en este momento en torno al 90% de lo que se debe.