El balance del último bienio en la aplicación del Protocolo de Kioto en España tiene dos lecturas. Mirándolo en positivo, la industria nacional logró reducir sus emisiones en casi dos millones de toneladas en el 2006 respecto al 2005, quedando el pasado año en menos de 180 millones. Mirándolo en negativo, pese a esta reducción se superaron holgadamente los máximos de emisiones que España se había marcado para el 2006, ya que la contaminación superó el límite en cuatro millones de toneladas.

Extremadura fue una de las excepciones, al contaminar menos de lo marcado. Medio Ambiente permite a las empresas que contaminen menos del cupo vender los derechos sobrantes o guardarlos para compensar posibles excesos en el 2007, último de la primera fase del plan. Lo que no se permite es trasvasar derechos a la segunda fase, que abarca el periodo 2008-2012.

Para esta segunda fase aún no se han fijado los cupos. La primera propuesta elaborada por el Gobierno español fue rechazada por la UE, y se está a la espera del nuevo decreto de máximos.