Los españoles son más vulnerables a una eventual modificación de los precios inmobiliarios, la temida burbuja, que "podría tener consecuencias más negativas que en otros países", según advirtió ayer un informe de la Caixa Catalunya. Esta afirmación se basa en el hecho de que el 78% de la riqueza de las familias españolas correspondía en el 2001 a propiedades inmobiliarias, un porcentaje superior al de otros países como Estados Unidos (40,6%) y Alemania (72,7%).

Según el informe, este incremento refleja el alza del valor del patrimonio inmobiliario en España y detrás "se encuentra la notable expansión de los precios de las viviendas y el ritmo de crecimiento del número de éstas en manos de las familias".

La ratio entre riqueza total y la renta familiar bruta disponible se situaba en torno a 5 en los principales países de la OCDE en el 2001, y alcanzaba cuotas máximas superiores a 8 en España, por el importante peso relativo de la riqueza inmobiliaria.

Esta ratio estaba situada en España en 1995 en el valor más elevado de los países de la OCDE y del G-7 --5,2--, en contraste con la ratio de riqueza financiera sobre la renta, en la que mostraba --con excepción de Alemania-- el valor más bajo.