El boom del sector fotovoltaico registrado el año pasado ha llevado a España a multiplicar por más de nueve sus propios objetivos y superar a Alemania como primer productor de energía solar del mundo. Según datos de la Comisión Nacional de Energía a los que ha tenido acceso Europa Press, tras el cambio de la regulación fotovoltaica en septiembre ya se superaron los 2.200 MW (megawatios) instalados, más de tres veces los 693 MW que se habían alcanzado hasta finales del 2007.

Esta cifra es el resultado de la información oficial remitida por las distintas comunidades autónomas y es inferior al número real de megawatios. De hecho, el regulador reconoce que la potencia real podría rondar los 3.130 MW, lo que supone más de nueve veces el objetivo marcado para el año pasado, fijado en 371 MW.

Fuentes de la Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF) ven probable que la potencia instalada sea aun mayor si cabe y dan por hecho que España supera ya como líder mundial a Alemania, donde en el 2007 había 1.100 MW y las estimaciones del año pasado fijan una potencia de en torno a los 1.350 MW. Países como EEUU, Japón, Francia o China no son capaces de seguir el ritmo español.