Dos policías antidisturbios se sitúan al lado de la zona de vestuarios. Son las dos de la tarde, hora canaria, y el Cacereño acaba de subir a Segunda B. La Peña La Esquina, grupo de radicales del Tenisca, se dispersa. Ya no tiran polvo, clásico aquí, ni protestan al árbitro, ni insultan a los jugadores visitantes. El resto del público también está ya resignado. Hay algún problema que se solventa, pero se suceden las felicitaciones.

La fiesta está en Cánovas, con la retransmisión de Canal Extremadura y la pantalla gigante. En la Fuente Luminosa. Pero también está en la grada del Virgen de las Nieves... y en el vestuario cacereño. "Esta noche la vamos a liar, la vamos a liar"1, dicen a coro casi todos. Duchan a Gil, a Marcos, a Alcázar. Hay uno que está llorando, cabizbajo. "Es que lo he pasado muy mal los últimos dos años". Es el central Roberto Rodríguez, que ha arrastrado problemas físicos que le han causado más de un quebradero de cabeza en este tiempo. Llora, claro, de alegría, de rabia acumulada.

En el aeropuerto la fiesta se desboca. Los cánticos, las fotos... todo vale para el día histórico de la vuelta del Cacereño a Segunda B. La Palma sigue tomada por el espíritu verdiblanco.

Antes del viaje, Antonio Martínez Doblas abraza a los periodistas, a los jugadores, a los aficionados. Llora. "Esto es muy importante, tío", se jacta en decir el máximo accionista.

"El infierno se ha apagado ya, el infierno se ha apagado ya". Lo cantan los jugadores y los hinchas verdes. El infierno blanco, que habían pronosticado en la previa, está efectivamente ya olvidado, bajo tierra.

"Este y yo, los dos juntos dos ascensos". Antonio Jurado y David Rocha son dos de los que más expresan el júbilo. Por allí también está José Félix Nevado, el único expresidente presente en la cita. La diputada de Deportes Mónica García, presente antes en el palco, tampoco disimula su euforia.

Jacinto Fernández, presidente del Don Benito, es uno más en la expedición. "Es amigo". Lo dice Doblas, que también se congratula de que en el Cerro se alegren de los éxitos del Cacereño, al tiempo que expresa también ese mismo deseo para los aficionados pacenses.

"Siso, hooligan", cantan los del Escuadrón, especialmente bulliciosos y exultantes de alegría durante el fin de semana.El show del avión lo protagoniza Lolo Guerrero. El defensa ejerce de Reina en la Eurocopa. Todo un showman. Los jugadores se acercan a los aficionados, a los que abrazan y comparten emociones.

"Buzo, paga una ronda"