La vocación y la solidaridad han llevado a este bombero de Badajoz, con 18 años de servicio, a prestar ayuda en catástrofes que hicieron historia, como la de los almacenes Arias de Madrid o los terremotos de Argelia y Marruecos. A punto estuvo de ir a Nueva York tras los atentados del 11-S. Ayer llegó de Galicia, a donde ser marchó el viernes junto con otros cinco compañeros del servicio a colaborar de forma voluntaria en la extinción de los incendios.

--¿Qué encontró en Galicia?

-- En todos los siniestros que he estado nada tienen que ver con lo que se ve en la tele. La impresión es mucho más fuerte, ves las llamas de cerca y a la gente con ramas intentando evitar que el fuego llegue a su casa. La experiencia, profesionalmente y personalmente, es positiva. Encontré fuegos que nunca imaginé, pasábamos con los camiones y las llamas por encima, y gente amable, pero el mal recuerdo es que aquello se está quemando y no hay manera de meter mano.

--¿Cuál fue su impresión?

-- Fue de desbordamiento total, en la zona donde estuvimos tuvimos que atender diez fuegos a la vez, decíamos a la gente: "ponemos nuestro corazón". Había gente mayor tirando de las mangueras nuestras para que llegásemos al fuego, civiles con 70 años, merecen una medalla. Con ampollas en los pies seguíamos trabajando jornadas interminables. La coordinación era muy buena pero la sensación era de estar desbordados. Lo que más me impresionó fue ver tantos animales muertos.

-- ¿Qué comentaban los gallegos?

-- Comentaban que veían bengalas. Allí la gente está convencida de que detrás de todo eso existen muchas manos con mecheros. Nos asombró ver a muchas personas transitando por los montes sin ningún tipo de control. Mi experiencia personal como bombero me dice que un fuego no puede surgir diez veces a la vez.

-- ¿Qué piensa de quienes provocan los incendios?

-- Pues que no están bien de la cabeza. No sé que ganan con quemar el bosque, no van a ganar, nadie gana cuando se quema el monte. O están locos o se les ha ido la cabeza. Nos comentaban de un niño de diez años que había sido detenido y decía que lo hacía porque le atraían los helicópteros, ese al menos es un niño, pero el resto de los que queman el campo no tienen justificación.

-- ¿Y que piensa de que un bombero haga eso?

-- Ha habido comentarios. Pero yo tengo una cosa clara, un bombero que hace eso no es un bombero es un civil. El bombero profesional no hace eso.

-- ¿Esta tragedia supera a la del ´Prestige´?

-- Creo que sí, hablamos de un 80% de masa forestal quemada. Las llamas le han quitado vida tanto a los gallegos como a la tierra. Galicia tardará siglos en volver a ser verde, ahora es negra.