Integración cada vez más difícil. Esta es la idea que transmite un dato preocupante, el que proporciona el Observatorio Estatal de Convivencia Escolar (dependiente del Ministerio de Educación), según el cual dos de cada tres alumnos españoles de Educación Secundaria rechazan trabajar con compañeros gitanos o marroquís. Más de 23.100 estudiantes y unos 6.000 profesores de este nivel en 300 centros de 16 comunidades autónomas, entre ellas Extremadura, han participado en la elaboración de este estudio. Sin embargo, los expertos extremeños matizan esta información asegurando que en la región, al menos de momento, las tendencias racistas han calado menos que en el resto del país.

A través de esta investigación se ha intentando averiguar la calidad de la convivencia escolar en las aulas, así como los problemas que puedan obstaculizarla. El dato anteriormente citado refleja la intolerancia de los alumnos de Secundaria hacia compañeros extranjeros o de otras etnias. Los más discriminados, según el informe, son los estudiantes gitanos (67,1%) y los marroquís (64,2), mientras que los más aceptados son los estadounidenses (28,7%) y los europeos occidentales (22,5%).

MENOR QUE LA MEDIA Pero el rechazo disminuye en Extremadura ya que, a falta de un informe específico para la región, los expertos en este área explican que la actitud racista de los alumnos extremeños es menor que la de la media nacional. Así lo explica Domingo Barbolla, sociólogo y antropólogo de la Universidad de Extremadura (Uex) y autor de artículos como A mayor número de inmigrantes en las aulas, más racismo .

Según los estudios en los que Barbolla, junto con otros sociólogos y antropólogos españoles, ha participado, los alumnos de la región tiene una actitud más tolerante hacia compañeros de otras etnias, aunque indudablemente estas relaciones se deterioran en zonas donde la población inmigrante es muy superior, como es el caso de localidades como Talayuela, Navalmoral de la Mata o Almendralejo, donde se produce un mayor rechazo a alumnos extranjeros.

Pero otros resultados del estudio del ministerio sí se cumplen en Extremadura, ya que, por ejemplo, los gitanos y los marroquís también son los estudiantes más rechazados por los alumnos extremeños, tal y como confirma Barbolla. Una de las causas de este rechazo es, según el sociólogo extremeño, que se trata de grupos étnicos "de contraste", es decir, con costumbres distintas a las de la sociedad española. Además, por otra parte, señala "la islamofobia que se ha desarrollado en el mundo occidental en los últimos tiempos, por el miedo a que los islamistas radicales puedan poner en peligro la vida de los países occidentales".

Según el informe sobre la convivencia escolar, los alumnos musulmanes también son otro de los grupos que mayor acoso escolar sufren. Para el sociólogo de la Uex, este acoso es un paso más de ese rechazo, lo que hace que se formen los grupos de aislamiento y eso es un verdadero problema.

Artemio Baigorri, sociólogo de la Uex, corrobora la teoría de Barbolla y destaca que en el caso de Extremadura, el racismo en las aulas debe ser entendido junto a la idea de que "la escuela manifiesta lo que la sociedad opina, por lo que se da una correlación directa entre distintos factores". Además, Baigorri señala que "a mayor formación, mayor aceptación, pero, también, a mayor contacto con los inmigrantes se produce un mayor rechazo".

Por tanto, el sociólogo apunta que el rechazo puede ser menor simplemente porque en Extremadura el nivel de inmigración también lo es. Además, para este investigador, la falta de aceptación por parte de los estudiantes no es tanto una cuestión de racismo, sino que se trata un rechazo a la pobreza, "ya que es el sector más débil".

También, añade que otra de las razones de que el índice de rechazo a inmigrantes sea más bajo en la región, puede ser que la comunidad extremeña es una tierra tradicionalmente de emigrantes, pero a pesar de ello es necesaria una información sobre inmigración.

RECHAZO A LA OBESIDAD Aparte de los extranjeros, la investigación pone de manifiesto que los alumnos con sobrepeso también son muy acosados y la razón es exclusivamente su imagen física. En este punto, Domingo Barbolla apunta que "estamos ante un problema que ha ocurrido toda vida, ya que en la sociedad ha prevalecido y sigue prevaleciendo una conciencia cultural estética, que, en parte, da lugar a este tipo de discriminación".

En este sentido, Baigorri opina al igual que su colega Barbolla, pues según él, este acoso siempre se ha dado en las aulas, pero antes no existían los términos de acoso ni de bullying . También señala que la escuela debe ejercer el control que posee para evitar estos rechazos entre alumnos, ya que "se ha demostrado a través de distintos debates celebrados en la región, que se ha producido una dejación de la autoridad profesoral, que se debe recuperar"

Sobre el dato que proporciona la investigación del Observatorio Estatal de que un 4% de los alumnos españoles apoya la violencia de género, ambos sociólogos coinciden en que se trata de una cifra insignificante, pero a la vez importante, que se debe eliminar. Concretamente, para Baigorri este 4% signfica un logro para la sociedad española, ya que si la investigación se hubiera llevado hace 50 años, el porcentaje sería mucha más alto.