Un informe elaborado por Ecologistas en Acción advierte de los "elevadísimos" niveles de ozono troposférico que presenta el aire extremeño. Este gas, que es incoloro, invisible y de olor agradable, tiene efectos perjudiciales, aunque no graves, tanto para la salud humana como para el medioambiente. Los ecologistas califican los índices alcanzados en Extremadura durante el 2008 como alarmantes, mientras que desde la Junta se asegura que "las superaciones observadas" se producen "de forma puntual y no generalizada". Además, el Ejecutivo autonómico señala que "no nos queda duda alguna de que estas superaciones son de origen natural".

El ozono es un contaminante secundario, ya que no se emite directamente a la atmósfera desde una fuente, sino que se forma a partir de reacciones fotoquímicas entre contaminantes primarios. Concretamente, se constituye cuando coexisten óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles (COV) --que pueden tener un origen natural-- en presencia de radiación solar y altas temperaturas, por lo que es en primavera y en verano cuando se registran los mayores niveles.

"Los datos son muy alarmantes", reitera Mariano González, que agrega que Extremadura se encuentra entre las regiones con una mayor concentración de este gas. "La Junta habla de causas naturales, pero esto es algo que habría que analizar con detenimiento", concluye.

La directiva europea relativa a la calidad del aire establece un límite --de obligatorio cumplimiento a partir del 1 de enero del año próximo-- de 120 microgramos por metro cúbico que no podrá superarse más de 25 días por año, promediados en un período de tres años. Según los datos recogidos en el informe de Ecologistas en Acción, todas las zonas de medición de Extremadura --se dan datos de cinco de las seis estaciones fijas que hay en en la región-- superarían con creces este promedio. Varias de ellas, incluso, ya en un solo año han sobrepasado el máximo para el trienio que establece