Son diversas los interrogantes que en este momento penden sobre el proyecto de tren de alta velocidad (AVE) Madrid-Lisboa: ¿estará acabado en el 2013, como aseguran los gobiernos español y portugués? ¿qué pasa con la ubicación de las estaciones en las ciudades extremeñas donde todavía no se ha decidido (sobre todo Cáceres y Plasencia, y ratificar la situación de las de Badajoz y Mérida)? ¿será una línea rentable? ¿qué efectos tendrá sobre la economía de los territorios que atraviesa? Precisamente estas últimas cuestiones son las que ha tratado de abordar la consultora internacional Deloitte en un estudio encargado por RAVE --el organismo público luso encargado de desarrollar la alta velocidad-- y en el que se analiza los posibles efectos de esta infraestructura en el sector turístico del país vecino. Según los resultados obtenidos, el AVE entre las dos capitales ibéricas será utilizado por 6,6 millones de viajeros en el 2015, una cifra que se elevaría a casi nueve millones en el horizonte del 2030. Más del 80% de esos pasajeros se subirían o bajarían de los convoyes en estaciones intermedias, es decir, en Talavera de la Reina, Plasencia, Cáceres, Mérida, Badajoz o Evora.

A diferencia de lo que ocurre en España, el proyecto continúa sin tener un respaldo sólido en el país vecino. Ni en la clase política --donde buena parte del arco parlamentario sigue poniendo en duda la conveniencia de realizar la elevada inversión prevista en el AVE portugués (unos 9.000 millones de euros), dados los altos niveles de endeudamiento público del país-- ni a pie de calle --las encuestas realizadas el pasado verano, en plena precampaña electoral, mostraban que prácticamente el 75% de los portugueses eran partidarios de retrasar las obras del AVE hasta que se mejorase sustancialmente la situación económica--. Por ello el Ejecutivo que dirige el socialista José Socrates sigue redoblando esfuerzos y aprovechando cada oportunidad para convencer a la sociedad lusa de las ventajas del AVE. "Cuando estemos conectados con Madrid, Lisboa y todo su entorno se convertirá, probablemente, en la playa de Madrid", ha declarado el ministro de Obras Públicas, António Mendoça, en la presentación del informe de Deloitte.

Las estimaciones de usuarios aportadas por este estudio --6,6 y 8,9 millones de pasajeros para 2015 y 2030, respectivamente-- son ligeramente diferentes a las que manejaban los gobiernos de ambos países en sus informes iniciales sobre el proyecto a mediados de esta década. En estos documentos, los cálculos apuntaban a 6,1 millones de viajeros en los primeros años de funcionamiento y 9,3 millones a partir del 2030.

REFERENCIA: MADRID-SEVILLA Deloitte ha tenido en cuenta estas cifras y ha replanteado la progresión de la demanda tomando como referencia los resultados de dos líneas europeas de alta velocidad consolidadas y que unen importantes polos socio-económicos del continente: el AVE MAdrid-Sevilla y la conexión París-Lyon-Marsella. En este sentido, subraya que el enlace español ha pasado de apenas 1,2 millones de pasajeros en 1992 --año en el que entró en funcionamiento-- a más de 11,6 millones en el 2008, con un incremento medio anual de la demanda próximo al 15%.

El AVE entre la capital andaluza y la comunidad madrileña es utilizado principalmente por motivos laborales y profesionales. En eso coincidiría con el vial Madrid-Lisboa, con paso por Extremadura y cuatro estaciones en la región. Porque según el estudio encargado por RAVE, y en el que ha participado la Confederación del Turismo de Portugal, este medio de trasporte sería utilizado sobre todo por personas de negocios que realizarían viajes de corta duración.

En línea con las declaraciones del ministro luso de Obras Públicas, el informe apunta que la entrada en funcionamiento de esta línea puede aumentar en cuatro millones el número de visitantes y turistas que llegan a Portugal --actualmente son 16 millones anuales--, generar unos 36.000 empleos en el sector y dejar más de 550 millones de euros extras en el país.

AVE, A COSTA DEL COCHE Los 6,6 millones de viajeros del AVE Madrid-Lisboa previstos para el 2015 saldrían de los propios usuarios que ya tiene el ferrocarril por los territorios que actualmente pasa, pero fundamentalmente de personas que hoy utilizan otros medios de trasporte como el avión o la carretera. Solo en el lado español, entre 550.000 y 600.000 pasajeros utilizan cada año los trenes de media y larga distancia entre Madrid, Talavera, Navalmoral, Plasencia, Cáceres, Mérida y Badajoz --incluidas otras estaciones intermedias más pequeñas--. En esa cifra están sumados ya los cerca de 60.000 viajeros del Tren Hotel Lusitania, única conexión ferroviaria existente actualmente entre las dos capitales de la península --lo hace a través de Cáceres y Valencia de Alcántara, y la duración del viaje es de unas 9 horas--.

Según Deloitte, el AVE restaría usuarios al coche particular y a los servicios de trasporte de viajeros por carretera, principalmente. En menor medida también al avión. En este sentido, destaca que la conexión aérea entre Madrid y Lisboa seguirá siendo bastante más corta --apenas una hora-- que en alta velocidad --dos horas y 45 minutos--, aunque hay que sumar el tiempo empeñado en embarque, facturación y traslados a los aeropuertos, que suelen estar a las afueras, mientras los de tren tienen una ubicación céntrica. Respecto a precio, el AVE será en principio más asequible --unos 100 euros entre las dos capitales, frente a los 110 del billete de avión--.