Al comprar un nuevoelectrodoméstico, siempre se debe tener en cuenta la información que aparece impresa en la etiqueta, ya que describe las prestaciones del aparato.

La eficiencia energética viene catalogadas por letras que van desde la A a la G, siendo la primera la que marca el menor consumo energético y de agua, según el aparato, y la segunda, el mayor coste de funcionamiento. Sin embargo, los vendedores aseguran que ya no es habitual encontrar electrodomésticos cuya eficiencia energética se encuadre en las últimas categorías.

Los electrodomésticos más eficientes, es decir, los de clase A (que son los que subvenciona el Plan Renove), se dividen a su vez en tres categorías: A, A+ o AA y A++ o AAA. Cuantas más letras o signos +, el aparato será más eficiente y por tanto, consumirá menos.

La diferencia en el consumo entre cada letra es un 10% o un 15% mayor, de tal forma que un aparato marcado como AAA o A++, tendrá un gasto un 60% o 70% menor que uno de la categoría D, aunque ambos ofrecen las mismas prestaciones.

La etiqueta también nos muestra el dato concreto de consumo en Kw/h por año, así como el ruido que emite el citado electrodoméstico en decibelios.

Y además, para cada tipo de aparato, la etiqueta incluye información específica. Por ejemplo, para las lavadoras, figura la capacidad de lavado en kilos de ropa, y para los lavavajillas, el número de cubiertos, así como el consumo de agua en litros por cada lavado.

Utilizar electrodomésticos de alta eficiencia energética reduce la factura eléctrica y la cantidad de CO2 emitido a la atmósfera.