Uno de los grandes problemas a los que se enfrentará la sanidad extremeña es el éxodo de especialistas. Las condiciones económicas en la región no son las mejores, tal y como advierte el informe presentado ayer por la CESM. Este hecho convierte a la región en un potencial mercado en el que buscar nuevos profesionales a los que tentar con mejores condiciones salariales.

Según Carlos Arjona, secretario general del colegio de médicos de Cáceres y presidente del Sindicato Médico (Simex), esta situación ya es una constante. De hecho, señala que algunos de los médicos extranjeros contratados por la sanidad extremeña utilizan la región como trampolín para ser contratados por otros servicios de salud. Es más, advierte que comunidades como Madrid, que en los próximos años abrirá varios hospitales, vendrá a Extremadura --entre otras-- a buscar personal que no esté satisfecho con su situación laboral. "Al final solo quedamos aquí los que tenemos apego a esta tierra", avisa.

Mercado de médicos

En este sentido, Arjona asegura que España corre el "serio riesgo" de convertirse en un mercado de médicos, donde las comunidades autónomas con mayor riqueza pujarán por los especialistas de las regiones donde la situación está peor.

A todo ello se suma la escasa capacidad de las universidades para sacar nuevos profesionales. Reconoce el esfuerzo de algunas administraciones que, como la extremeña, han logrado aumentar el número de plazas en la titulación de Medicina. Sin embargo, apunta: "Se ha ampliado en 10 plazas, pero hay que tener en cuenta que un médico tarda 11 años en formarse. Hasta dentro de una década no podrá incorporarse y encima seguramente sea inmediatamente absorbido por la gran demanda acumulada durante años anteriores. La solución es difícil, porque las facultades dicen que no pueden acoger a más".

Este problema viene generado por el modelo seguido por la sanidad extremeña y los malos hábitos de los pacientes de la región. Así, comenta que en Extremadura se ha apostado por la creación de una serie de pequeños hospitales repartidos por el territorio. Para él, esta apuesta es evidentemente deficitaria, porque mantener los servicios hospitalarios y las especialidades de las que se dota es "realmente caro".