El aumento en el gasto público provocado por el incremento del paro y la inversión en infraestructuras, además de la caída en la recaudación fiscal que ha traído la crisis y que ha hecho elevarse el déficit, harán inevitable, según los expertos, que el Gobierno suba los impuestos. El ministro de Fomento, José Blanco, abrió esta semana un debate sobre esta cuestión al sugerir que en el actual contexto económico debería haber una subida impositiva para las rentas más altas.

No obstante, varios expertos consultados por Efe prevén que el aumento que decida el Gobierno, y que podría incluir en los presupuestos del 2010, afectará de modo importante a las clases medias. Además, coinciden en que ante la posibilidad de que a finales de año el déficit público llegue al 10% del PIB, las únicas dos opciones que le quedan al Ejecutivo son reducir el gasto público o subir algunos tipos impositivos.

En opinión de Juan Carlos Martínez Lázaro, analista de IE Business School, lo que hizo el ministro de Fomento fue "lanzar mensajes a navegantes" y preparar el terreno, "porque eso se va a hacer tarde o temprano". Martínez Lázaro no cree que el Gobierno vaya a reducir el gasto público", sino que subirá inicialmente el impuesto sobre la renta, además de los impuestos especiales, porque es una medida que "encaja" dentro del discurso del Ejecutivo.

Añadió que si el Gobierno no ha subido ya el IVA es debido al coste político que le hubiera supuesto, pero se mostró convencido de que este impuesto acabará subiendo hasta el 18% --el tipo máximo-- al final de esta legislatura. El economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, advirtió no obstante de que si el Gobierno se decide a subir el IVA tendrá que hacerlo gradualmente para no perjudicar más la evolución del consumo, que lleva cayendo varios trimestres.

En cuanto al IRPF, Díez advirtió de que el Gobierno tendría que limitar primero las ayudas extraordinarias, sobre todo algunas que las rentas altas no necesitan, como la de 2.500 euros por nacimiento o adopción. No obstante aclaró que si se suprimen o limitan todas las ayudas para las rentas bajas "el consumo se hunde y la economía podría volver a recaer".

Desde BNP-Paribas-Fortis, un analista señaló que una subida brusca del IVA podría ser contraproducente porque el consumo se vería perjudicado. Este experto, que ve inevitable una subida de impuestos, no cree que el Gobierno vaya a recortar las ayudas extraordinarias, y por eso considera que deberían endurecerse las condiciones para recibirlas, de forma que haya menos gente con acceso a ellas.

Según el informe La política fiscal en un entorno de crisis del BBVA, el impuesto que tiene menores efectos distorsionadores es el IVA, por lo que un aumento de la imposición indirecta tendría efectos positivos sobre el ahorro y no afectaría a la competitividad de los bienes nacionales. En el informe, firmado por el economista jefe en España y Europa, Rafael Domenech, se advierte en cualquier caso de que la subida de los impuestos es insuficiente como única medida para bajar el déficit público.