Los especialistas reunidos ayer en el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición reclamaron la implantación y control de medidas preventivas del déficit de yodo en España, un problema que afecta, principalmente, a varias comunidades, entre ellas Extremadura, y que es la principal causa prevenible en el mundo de lesión cerebral del feto y del lactante y del retraso del desarrollo psicomotor en los niños pequeños.

La carencia de yodo en el organismo genera además múltiples problemas, como bocio, malformaciones congénitas, sordomudez, retraso mental y del crecimiento o hipotiroidismo, entre otros, y en España, según los especialistas, se pueden apreciar este tipo de trastornos en Extremadura, Asturias, Castilla-León, Castilla-La Mancha, Andalucía y Galicia, entre otras zonas.

ENCUENTRO DE ESPECIALISTAS

Por ello, el congreso ha organizado una reunión entre expertos españoles y un grupo de trabajo de la Unicef para analizar la situación en España de este problema y poder trasladar a las autoridades sanitarias la información que permita definir los criterios de actuación a seguir de una manera coordinada.

La solución es sencilla. Para el doctor Francisco Cadórniga, coordinador del Grupo de Trabajo de Trastornos por Déficit de Yodo, "la sal es el vehículo ideal de aportación exógena de yodo al organismo, por ser de consumo diario y continuado, barata y de fácil acceso a través de los canales de distribución y venta de productos alimentarios".

En este sentido, los especialistas trabajan para conseguir que se apruebe un decreto para que el consumo de sal yodada sea obligatorio, aunque la propuesta todavía no ha dado resultado.

Aunque en la mayoría de las comunidades autónomas se han realizado estudios iniciales sobre el déficit de yodo, ya sean parciales o totales, sólo Asturias, Cataluña y Galicia han establecido programas de yodoprofilaxisis.

Cadórniga asegura que la sal, el pescado de mar y en menor medida el aire y el agua son las principales fuentes de yodo en la dieta. El organismo, sostiene el doctor, requiere un aporte diario mínimo de 100 a 150 microgramos de sales de yoduro para lograr una adecuada producción de hormonas tiroideas, si bien, esta cantidad varía entre 50 y 150 microgramos en niños.