El brutal atentado terrorista en Madrid también paralizó Extremadura. Minutos después de conocerse la noticia, la sociedad extremeña se echó a la calle para condenar los hechos y mostrar la consternación y la rabia de todos los extremeños. Toda la actividad política e institucional fue suspendida. Una muestra de luto y dolor que quedó plasmada en la fotografía de miles de ciudadanos que se sumaron a las manifestaciones silenciosas convocadas en las plazas y ayuntamientos de los municipios de la comunidad.

La solidaridad de Extremadura se miraba también en el espejo de su propio dolor. Repulsa en las casas y hogares regionales en la Comunidad de Madrid. Un extremeño, --al cierre de esta información--, se encontraba en el listado de personas que habían perdido la vida en esta masacre. Uno entre los centenares de emigrantes de la región que diariamente utilizan las líneas de trenes de cercanía C-1 y C-2, que enlazan Guadalajara y Alcalá de Henares con Madrid.

REPULSA INSTITUCIONAL A primera hora, el presidente autonómico, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, hizo llegar a su homóloga en Madrid, Esperanza Aguirre, y al alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz Gallardón, el pésame del pueblo extremeño. Un gesto al que se unió el compromiso de Ibarra de ponerse del lado de los que defienden la unidad de España. "No me desmarcaré ni un milímetro del Gobierno de la nación", señaló.

Por su parte, el delegado del Gobierno en Extremadura, Oscar Baselga, hizo una llamamiento "a la tranquilidad, a la sensatez y a la unidad de todos los ciudadanos y de todas las fuerzas políticas", con el objetivo de conseguir que el terrorismo no consiga dividir a la sociedad española "porque sólo desde la unidad, la contundencia y la eficacia de las fuerzas de seguridad se puede acabar con esta barbarie".

La crisis por el atentado se dejó sentir en las cárceles extremeñas. Fuentes penitenciarias aseguraron a EL PERIODICO EXTREMADURA, que los presos etarras en la prisión de Badajoz habían solicitado protección especial por temor a posibles represalias del resto de internos, quienes habían proferido insultos y gritos de asesinos . La dirección del centro penitenciario negó este extremo. En Badajoz cumplen penas 7 presos etarras, informa F. León. En Cáceres no hubo incidentes reseñables.

La respuesta social de los extremeños también tuvo sus repercusiones en las instituciones. A excepción de la comparecencia de Ibarra tras el Consejo Extraordinario de Gobierno, la Junta de Extremadura decidió suspender todos los actos públicos y las comparecencias previstas por los responsables del Gobierno autonómico. La medida se mantiene hoy. Esta decisión afectó al desarrollo de la Feria Ibérica de la Construcción, en Feval, donde estaba programada la visita de altos cargos de Fomento.

La Universidad de Extremadura se unió a las muestras de repulsa con la paralización de toda su actividad docente "como señal de duelo y expresión de nuestra más firme condena por el atentado". La comunidad universitaria quiso también hacer oir su voz con una concentración silenciosa que tuvo lugar en sus centros a las 13.00 horas.

PROTESTA SILENCIOSA Las movilizaciones se fueron sucediendo a lo largo de la mañana. Badajoz, Mérida, Cáceres, Plasencia, Navalmoral de la Mata, entre otros muchos municipios, congregaron a miles de extremeños que, en torno al mediodía de ayer, daban su respuesta al terrorismo con el silencio.

A esa misma hora, Renfe ofrecía solución a algunos de los extremeños que había cogido el Talgo Badajoz-Madrid a las 7.35. La tragedia en varias estaciones ferroviarias madrileñas obligó a detener este tren en la estación de Talavera. Los viajeros empezaron a ser trasladados hasta Madrid en trenes y taxis.

La cancelación de servicios y actividades también afectó al mundo de la cultura. El Consorcio del Teatro López de Ayala de Badajoz y la Orquesta de Extremadura decidieron ayer suspender los espectáculos previstos para este fin de semana, mientras que el Aula de Cine de Caja de Extremadura ha aplazado las películas que tenía previsto proyectar ayer en Plasencia y Badajoz y hoy en Cáceres.