Junta, sindicatos y empresarios firmaron ayer el cuatro plan de desarrollo económico y empresarial, dotado con 1.660 millones de euros y con una vigencia de cuatro años, cuyo objetivo es impulsar el tejido industrial en Extremadura favoreciendo, entre otras cuestiones, las inversiones para que las empresas ganen en tamaño, las medidas que permitan la proyección internacional de estas empresas y la promoción en todo el mundo de la región como destino de inversiones y la renovación tecnológica, y la apertura de líneas de I+D.

En la presentación del acuerdo, el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, explicó que por primera vez "se trata de un plan estratégico e integral" que abarca no sólo las políticas de la Administración, sino que también incorpora las demandas de las empresas e implica en los objetivos a organismos como la Universidad de Extremadura o los centros de investigación y desarrollo tecnológico.

Asimismo, Fernández Vara destacó que se incluye la responsabilidad social corporativa, como compromiso por el desarrollo sostenible y se fijan criterios de evaluación mediante un observatorio que periódicamente estudiará las medidas puestas en marcha y sus resultados por si es preciso hacer correcciones. Del igual modo, el presidente extremeño aludió a que, también como novedad, se aplicarán las medidas de apoyo en función de los sectores que se quiere impulsar y de los territorios que necesitan un empuje mayor.

ENFRENTAR LA RECESION Por su parte, el secretario regional de UGT, Miguel Bernal, marcó como retos del acuerdo lograr la convergencia con España en la distribución del peso de los distintos sectores de la economía, y hacer frente a los retos de la globalización. Para ello, explicó que debe optarse por impulsar las actividades donde se genere mayor valor añadido y solventar "los déficits tecnológicos".

En todo caso, Bernal señaló que el esfuerzo que se va a hacer desde Extremadura debe venir acompañado por "un nuevo plan de inversiones del Gobierno de España, y el compromiso de las empresas que utilizan la región para sus actividades y que deben contribuir más a su desarrollo".

Por parte de la Confederación Regional de Empresarios de Extremadura (Creex), su presidente Antonio Masa apuntó que el plan dará a Extremadura "más fuerza para afrontar la crisis" que, según dijo, se traducirá en un menor crecimiento del PIB y en la destrucción de empleo.

Masa también incidió en el desequilibrio en la distribución del PIB regional, donde la industria tiene poco peso, y más en un momento donde la construcción "no tirará así del empleo".

Finalmente, el secretario regional de CCOO, Julián Carretero, explicó que el acuerdo camina en la dirección "que ya hemos manifestado, en el sentido de valorar la importancia de cambiar el modelo productivo" para avanzar en la convergencia con el resto de España.

Carretero incidió en cuestiones como la importancia de incrementar el capital físico de las empresas y, sobre todo, la vinculación entre la empresa y el entorno científico, donde reclamó un cambio en el sistema de becas de investigación por otro modelo "más estable y profesional".

El plan, que luego se desarrollará en decretos concretos, se configura en seis ejes que buscan consolidar el tejido productivo, impulsar la capacidad emprendedora, incidir en sectores emergentes, impulsar la internacionalización e implantar por sistema las mejoras tecnológicas.

Las actuaciones se vertebrarán en torno a diez planes estratégicos que incluyen la actividad de SOFIEX como sociedad pública de capital-riesgo, la potenciación del comercio, un impulso al textil, la difusión de las sociedad de la información, el plan de I+D+i y el desarrollo de un sistema estadístico propio y adaptado a las necesidades de la región. Una comisión tripartita evaluará semestralmente los planes.