Esta es mi oportunidad y voy a luchar todo lo que pueda por conseguirlo», cuenta David González. Cansado de empleos temporales y de echar currículos sin demasiado éxito, hace algunos meses decidió apostar por la administración pública y retomó los estudios con el objetivo de convertirse en auxiliar administrativo en el Servicio Extremeño de Salud. «Al final es lo único que te puede dar estabilidad y donde sabes que tus derechos están reconocidos», cuenta. Y se animó porque ahora «es un buen momento», dice.

Tras años sin convocatorias de oposiciones o con procesos selectivos muy limitados en cuanto al número de plazas por la tasa de reposición impuesta desde el Gobierno central, el empleo público ha vuelto a despertar como lo han hecho también miles de opositores. En los próximos tres años la Junta de Extremadura tiene que convocar más de 4.100 plazas (2.409 sanitarias, 927 docentes y otras 700 de Administración General) gracias a una oferta extraordinaria pactada con el Estado y los sindicatos (CSIF, UGT y CCOO) para rebajar el elevado porcentaje de interinos que soporta la administración pública. En algunas especialidades ronda el 30% y se quiere reducir al 8%.

A estas 4.000 plazas, además, se sumarán las ofertas de empleo público anuales, que mientras siga existiendo la tasa de reposición sirven al menos para reponer el personal que se va jubilando cada año (algo menos de un millar de personas). Juntando la oferta de reposición y la extraordinaria, la región tiene por delante convocatorias «históricas».

CARRERA DE FONDO / Con este reclamo, los sindicatos auguran muchos aspirantes, esperan que la mayoría sean extremeños puesto que la racha de oposiciones es generalizada en todas las comunidades, mientras los preparadores recuerdan que ser empleado público es una carrera de fondo. El portavoz de la Plataforma de Opositores del Servicio Extremeño de Salud reconoce que el momento actual «es una oportunidad de oro», pero más allá de la convocatoria y plazas hay sombras: «tenemos muchas dudas todavía, diferentes baremos y muchas dificultades para los que se presentan por primera vez y no tienen méritos».

Tras meses, e incluso de años de espera e incertidumbre, por ahora la única convocatoria ya publicada y en marcha es la del Servicio Extremeño de Salud (SES). Salió el pasado septiembre, seis años después de la última, que tuvo lugar en el 2011. Para el SES hay 1.368 plazas de 26 categorías y se han recibido un total de 101.604 solicitudes durante el plazo de inscripción. Son casi 12.000 más que la convocatoria anterior del 2011, en la que se ofertaron más plazas que ahora: 1.541.

DUDAS / Aún no hay fecha para realizar estos exámenes y es una de las cosas que inquieta a los opositores, aunque se espera que comiencen en junio del 2018 y se prolonguen también hasta 2019. El SES aseguró recientemente que en enero tendrá definido un calendario. Será también en enero cuando el SES y los sindicatos decidan si a esas 1.368 plazas convocadas en septiembre se suman la mitad de las 2.409 del plan de estabilidad pactado a nivel nacional para rebajar al 8% la tasa de interinidad. Si se su suman estas, habría por delante una convocatoria histórica con más de 2.500 plazas a oposición que estarían en juego entre 2018 y 2019.

De momento, no está claro si serán convocatorias independientes o no, pero lo que sí es seguro ya es la fecha de los exámenes para las plazas extraordinarias en las categorías más masivas que se ha pactado en todo el país, aunque hay comunidades que ya se han descolgado: fisioterapia (10 de marzo), auxiliar de enfermería (28 de abril), enfermero (12 de mayo), matrona (3 de febrero de 2019) y grupo auxiliar administrativo (7 de abril de 2019).

«Tenemos muchas dudas sobre estas oposiciones», señala Tania Ripada, de 35 años, que lleva preparándose desde el invierno pasado para optar a una plaza de auxiliar de enfermería en el SES. «Y antes o después lo pienso conseguir, es lo que me gusta y como se trabaja en lo mío en el SES no se trabaja en otro sitio», dice ilusionada. Es la primera vez que se presenta a esta oposición y a pesar de que tiene seis años de experiencia no le contará para la nota final porque ejerció en un centro privado, por eso sabe que «es imposible tener plaza con los puntos que tengo, pero al menos sí quedarme en buena posición en la bolsa para poder trabajar con sustituciones y vacantes», cuenta esta vecina de Cheles.

Mario también quiere ser optimista aunque su experiencia le hace dudar y por eso ha decidido también probar suerte en Castilla-La Mancha. Es celador y quiere un trabajo fijo. En 2011 aprobó las últimas oposiciones del SES con un notable alto, tenía puntos por la experiencia pero se quedó a unas décimas de tener plaza. Aún así, él pensaba que entraría en bolsa y no pararía de trabajar como estaba hasta ese momento, pero el cambio en el sistema de las bolsas de empleo le dejó totalmente fuera. De hecho, las bolsas de celador son las más retrasadas y siguen cerradas cuatro años después de cambiar el sistema. La última comisión de servicio que estaba haciendo terminó en 2014 y nunca más lo han vuelto a llamar. «Es desesperante y muy injusto». Por eso está dispuesto a coger la maleta y emigrar de Cáceres a la sanidad pública de Castilla-La Mancha. «No voy a parar hasta conseguir una plaza estable».

LA OFERTA DOCENTE / «Voy a intentar meter cabeza en el sistema educativo», cuenta Marta. Cansada de trabajos temporales, las ofertas de empleo público avistadas para los próximos años la han animado a opositar. «Era algo que sabía que acabaría haciendo y creo que es un buen momento de empezar con esta carrera de fondo». Reconoce que no logrará a la primera una plaza de profesora de Lengua y Literatura, pero aspira a quedar en buen lugar y convertirse, como la mayoría al principio, en interina. Con ese optimismo se prepara en una academia y se apuntará a la convocatoria que la Consejería de Educación tiene previsto publicar en marzo o abril y cuyos exámenes serán en junio.

Será una convocatoria histórica con más 1.200 plazas (sumada la oferta extraordinaria) para profesor de todos los cuerpos de enseñanzas medias y 65 especialidades. Nunca antes unas oposiciones docentes alcanzaron ese número en la región. Y para el 2019 serán al menos 700 plazas para maestros e inspectores de educación.

Menos claro están los procesos selectivos que también deben convocarse en la Administración General. El pasado viernes la Junta anunció una convocatoria de solo 85 plazas que saldrá en este mes y se celebrará en 2018, pero en este sector todavía están en stand by unas 700 plazas (casi 300 ya aprobadas y el resto pendiente) del plan de estabilidad más cerca de 300 de las ofertas de empleo público de 2015, 2016 y 2017. Más opciones para lograr el ansiado título de funcionario.