Un extenso informe elaborado por Comisiones Obreras sitúa a Extremadura como la comunidad autónoma con menos efectivos destinados a la lucha contra los incendios forestales según su superficie.

En este sentido, el informe señala que en la región hay 711 personas destinadas en exclusiva a la lucha contra los incendios forestales --una cifra que excluye a los bomberos y a los voluntarios-- para cubrir una superficie forestal de 2,27 millones de hectáreas. Esto supone que hay un efectivo por cada 3.204 hectáreas, la cifra más baja de todo el país. Si en lugar de la cifra que incluye el informe se aplica el dato del Infoex --ayer el coordinador del plan en Alcuéscar dijo a Europa Press que cuenta con 830 efectivos-- la tasa baja hasta una persona por cada 2.754 hectáreas, lo que también sitúa a la región como la peor dotada.

Obviando los datos de Madrid y Galicia (que incluyen personal del ejército y bomberos), Cataluña, Islas Baleares y Cantabria son las tres comunidades con más recursos humanos destinados a luchar contra los incendios forestales teniendo en cuenta su superficie forestal. Tanto es así que su ratio entre superficie y personal es cinco veces inferior a la extremeña.

EL ESTUDIO El estudio de Comisiones Obreras, elaborado a partir de la información aportada por los agentes forestales de toda España y las propias comunidades autónomas, analiza cuál es la situación en lo que se refiere tanto a la prevención como a la extinción de incendios. Así, señala una serie de puntos positivos y negativos, la mayoría relacionados con la labor que desempeñan los agentes forestales.

De esta forma, el informe destaca que en Extremadura no se diseñan tratamientos silvícolas específicos para áreas donde hay especies autóctonas o protegidas, unas zonas en las que "se aplican los mismos tratamientos que para el resto del territorio". Esto lleva a CCOO a concluir que el modelo clásico de silvicultura "puede estar agotado".

Además de la falta de medios humanos, los agentes forestales aseguran que tampoco están muy bien los medios materiales. En concreto, denuncian las malas condiciones --o la antigüedad-- de las unidades ligeras de extinción, las autobombas, los sistemas de comunicación e incluso de las instalaciones. Hay que tener en cuenta la importancia vital que tienen los sistemas de comunicación, puesto que en caso de no funcionar pueden provocarse tragedias parecidas a la de Guadalajara.

Por lo que se refiere al papel de los agentes forestales, critican que no se les permita participar en la investigación de los incendios, que no hayan recibido formación en materia de riesgos laborales y que no dispongan de seguros de responsabilidad civil o de accidentes.

En la parte positiva, el documento resalta que en estos momentos se está elaborando un protocolo que regulará la participación de los agentes forestales en las tareas de extinción de incendios forestales.

La Junta no valoró ayer este estudio a pesar del requerimiento de este diario.