Hay tres tipos de turistas que se dejarán ver por Extremadura en los próximos tres meses: el español que busca explorar nuevos destinos nacionales, el extranjero que viaja por la Vía de la Plata rumbo a las costas de Andalucía y del sur de Portugal y hace un alto en el camino, y el turista paisano, aquel extremeño emigrante que vuelve al pueblo por vacaciones pero que ya no tiene casa en él. Entre estos tres tipos se esperan que pasen por los establecimientos turísticos de la comunidad más de 600.000 visitantes durante los tres meses de verano. Es la previsión que maneja la Dirección General de Turismo de Extremadura.

«Las perspectivas son buenísimas con en torno a 1,2 millones de pernoctaciones, según los estudios de los cuatro años precedentes», aseguró recientemente Francisco Martín, director general de Turismo. Estas previsiones no se alejan mucho de los resultados alcanzados en los útimos veranos. El año pasado, entre los meses de julio y septiembre, visitaron la comunidad más de 613.000 personas, según los datos del conjunto de los alojamientos turísticos que contabilizaron 1.159.000 pernoctaciones. En el verano del 2017 los datos son ligeramente inferiores, con 586.000 visitantes y 1.146.800 pernoctaciones, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

«LA GRAN TEMPORADA» / «El verano es la gran temporada del turismo en Extremadura y tenemos buenas perspectivas para este año, similares al anterior», estiman desde la Federación Extremeña de Turismo Rural (Fextur). Su presidenta, Victoria Bazaga, no aventura cifras concretas pero sí un dato de ocupación: «al final de la temporada, que para nosotros va de junio a octubre, esperamos tener una ocupación total del 60%, más o menos como el año pasado pero ojalá sea mejor». Los alojamientos de turismo rural son, tras los establecimientos hoteleros, la opción preferida por los visitantes que disfrutan de Extremadura.

¿Qué buscan los turistas en la comunidad? «Un turismo slow, la mezcla de naturaleza con una excelente gastronomía y con actividades culturales que ahora tienen más presencia en nuestros pueblos. Y sobre todo buscan disfrutar de nuestra agua, de experiencias como visitas a bodegas, a queserías...», indica.

LOS RETOS / En general, los datos de este verano apuntan bien, pero el reto va más allá de superar nuevamente los 600.000 turistas. «La esperanza del sector es que haya una mayor rentabilidad», indica Bazaga. ¿Cómo se consigue eso? Fundamentalmente aumentando la estancia y el gasto. Son dos de las piezas del puzzle del turismo en el que más cojea Extremadura. Por un lado, la estancia media de los visitantes en la comunidad no llega a las dos noches en los hoteles ni a las tres en los alojamientos de turismo rural frente a las casi cuatro noches de la media nacional en ambos establecimientos. Ni tampoco la región alcanza al conjunto nacional en el gasto per cápita: el turista extranjero gasta de media al día unos 111 euros en Extremadura frente a los 146 euros de media en España (según los datos de 2018) y el turista nacional se deja en la región 49,8 euros al día frente a los 58,7 euros de media en España.

LA FACTURA / «Si hay recuperación económica en nuestro sector no se nota, puede que haya más viajeros, pero la gente gasta menos que antes, mucho menos», explica Antonio Martínez, responsable de la Asociación de Empresarios de Servicios Turísticos de Extremadura (Setex), que aglutina a unos 400 empresarios del sector y pide a la administración menos burocracia. Los precios de los alojamientos, al menos, siguen por debajo de la época de crisis. Por ejemplo, la facturación media por habitación ocupada en Extremadura fue en el mes de julio del año pasado de 57 euros, casi cinco euros menos que en el 2008 (61,9 euros) y 44 euros menos que la media nacional (101 euros), según los datos del Instituto de Estadística de Extremadura.

El reto, por tanto, es que el sector turístico aporte más valor añadido a la comunidad. Y los meses de verano son una buena oportunidad para seguir sumando esfuerzos ya que «es la temporada más importante para el turismo en Extremadura, especialmente por la duración del periodo», señala Victoria Bazaga. «Para el sector es muy importante que el verano se dé bien para poder cerrar bien el año», concluye.