Extremadura ha saboreado las mieles olímpicas en más de una ocasión. Y lo han hecho a lo grande, en lo más alto del cajón. Son los casos del arquero cacereño Juan Carlos Holgado, medalla de oro en los Juegos de Barcelona, y la gimnasta pacense Nuria Cabanillas, también oro con el equipo español en los Juegos de Atlanta.

El triunfo de Holgado, actual técnico de la federación, tuvo una amplia repercusión en la comunidad extremeña. Su éxito fue muy celebrado, al igual que el oro de Nuria Cabanillas en Badajoz. La menuda gimnasta del humilde barrio del Gurugú conquistó a todos con su elasticidad y su sonrisa. En la actualidad trabaja en la Consejería de Cultura como espejo para los que aspiren a todo desde la política impulsada por la Dirección General de Deportes de la Junta, en cuyo departamento trabaja un ilustre paralímpico, el nadador placentino Enrique Tornero.

DEPORTE COLECTIVO

En el deporte colectivo también se han cosechado éxitos considerables, y además consecutivos. Dos hombres ligados al balonmano, el entrenador emeritense Juan de Dios Román y el pivote Juancho Pérez, han logrado el hito de conseguir dos medallas consecutivas, en los Juegos de Atlanta del 96 y en el de Sydney (2000). Tras protagonizar grandes campeonatos, ambos lograron la medalla de bronce.

El balonmano es una de las grandes referencias olímpicas extremeñas. En la próxima cita olímpica de Atenas, puede haber, al menos, otra presencia regional: el emeritense Carlos Prieto, que juega en el Ciudad Real.

Otros olímpicos ilustres de la comunidad autónoma se remontan muchos años atrás, ya que el ´boom´ deportivo ha llegado en el último decenio. El caso más significativo es el del ahora técnico Manolo Flores, natural de Mérida y exentrenador exitoso en el Cáceres CB, que participó con la selección española en Moscú´80. El entonces alero del Barcelona contribuyó con sus puntos a la obtención del cuarto lugar, muy cerca de la medalla de bronce. 24 años después, varios paisanos suyos pueden seguir haciendo historia.