Extremadura también hace ondear las banderas. Cientos de extremeños se concentraron ayer a las puertas de los ayuntamientos de Cáceres, Mérida y Badajoz para defender la unidad de España y protestar contra el referéndum independentista catalán, unas protestas que se desarrollaron de forma pacífica y con absoluta normalidad.

Con el lema «España somos todos» y con la premisa de que España tiene que hablar antes del 1-O, la Fundación para la Defensa de la Unidad Española (Denaes) había llamado a manifestarse ayer en todo el país sin emblemas partidistas y con el único símbolo que une a todos: la bandera española. A juicio de los promotores, «es hora de que se escuche a la España silenciosa».

En la región, las convocatorias se han dado a conocer por redes sociales y Whatsapp. La más numerosa fue la de Badajoz, a la que acudieron un millar de personas frente al ayuntamiento y la escultura del pintor Luis de Morales. Los participantes, de todas las edades, entre ellos grupos de jóvenes, portaban banderas de todos los tamaños y algunos incluso camisetas de la selección nacional de fútbol, para que predominasen el rojo y el amarillo en la convocatoria.

El representante de Danaes, Marcelo Amarilla, leyó una selección de artículos de la Constitución Española, haciendo hincapié en el 155, que ampara la suspensión del Estatuto de Autonomía de Cataluña, y a continuación se escuchó el himno nacional. Los reunidos entonaron frases como «España no se rompe» o «España es una y no 51».

Por su parte, en Cáceres unas 300 personas se manifestaron en la plaza Mayor. Asistentes de distintas edades, jubilados, jóvenes, familias con hijos y vecinos de otros municipios desplazados a la ciudad para la ocasión, permanecieron una media hora junto al ayuntamiento coreando frases y canciones de apoyo a España y a los catalanes que no quieren romper con el país.

¡Que viva España! ¡Viva la Constitución! ¡Yo soy español, español, español…! ¡España unida jamás será vencida! o ¡Estamos con vosotros! (en alusión a los catalanes que se sienten españoles) fueron las consignas más repetidas entre continuos aplausos y muestras de apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La mayoría portaba la bandera española, bien con un mástil, bien en las manos, a modo de capa, de chal e incluso de cobertor para el cochecito del niño. No faltaron camisetas y gorras de la Selección Española.

Muchos asistentes insistieron en que estaban allí a título personal, sin vinculación con ningún partido o asociación, y sin conocer de dónde partía la organización, solo para dejar constancia de su inquietud por estas circunstancias. Ningún representante de los grupos políticos municipales se sumó al acto, si bien la balconada del ayuntamiento lucía una gran bandera española. Al mismo tiempo, algunas viviendas de Cáceres, al igual que otras de todos los puntos de la región, comenzaron ayer a colgar banderas de España siguiendo las convocatorias de las redes sociales.

DISPUTA EN CÁCERES / Ya al anochecer estaba convocada una nueva concentración frente al ayuntamiento «en apoyo al pueblo catalán y en contra de la represión del Estado», rezaba el mensaje que se divulgó por las redes sociales. Acudieron unas quince personas que portaban un par de esteladas y que comenzaron a corear frases a favor de una «Cataluña libre». En un momento dado, un hombre que portaba una bandera de España se acercó e intentó arrebatar la estelada a un joven, lo que provocó una pequeña refriega. La nutrida presencia de la Policía Local y Nacional frenó la disputa y los ánimos acabaron serenándose.

Por último, en Mérida fueron aproximadamente un centenar de personas también de todas las edades las que acudieron a la llamada por la unidad del país. La manifestación tuvo lugar a las 12 del mediodía frente al ayuntamiento, en la plaza de España. Tras la concentración, que duró aproximadamente una media hora, algunos de los manifestantes iniciaron una marcha pacífica por la calle Santa Eulalia, donde lucieron sus banderas rojigualdas (algunas de tamaño gigante) entre vivas a España y la Policía Nacional, que custodió la protesta al igual que en el resto de ciudades extremeñas.