La región perdió más de tres mil pequeños comercios entre el 1 enero del 2007 y la misma fecha del 2009, de acuerdo a los datos contenidos en el Anuario Económico de España 2010, editado por La Caixa. En estos dos años la memoria recoge una caída 3.773 actividades de comercio minorista. Este indicador se obtiene a partir de las licencias concedidas a estos establecimientos y se considera una aproximación a la cifra total de locales abiertos al público, de los que no existe información censal, si bien en algunos casos un mismo negocio puede tener varios permisos. De esta forma, en apenas 24 meses las actividades comerciales pasaron de 30.453 a 26.680, con lo que el desplome fue del 12,3%, frente al 8,4% contabilizado en el conjunto del Estado. En este mismo periodo, la evolución no ha sido mucho mejor en otros ámbitos económicos, como el industrial o el de la hostelería. Las actividades relacionadas con el primero de ellos (incluida la construcción) han disminuido en la región un 12,6% (de 20.467 a 17.870) y en las de restauración y bares se ha superado el 20% de descenso.

Las actividades comerciales minoristas se desglosan en tres grupos: alimentación (que comprende tanto el pequeño comercio tradicional como los supermercados); no alimentación (comercio tradicional); y comercio mixto y otros. Dentro del primer capítulo es donde el descenso ha sido más pronunciado, con un 17,4%. En el caso de no alimentación, el decremento ha sido del 8,2%. Aquí quedan incluidos, entre otros, los establecimientos de venta de ropa y calzado (-11,9%) o los de objetos para el hogar (-10,3%). Por lo que atañe al comercio mixto (grandes almacenes, hipermercados, almacenes populares y comercio ambulante y mercadillos), este ha bajado un 11,6%.

La tendencia negativa se repite en todas las principales poblaciones extremeñas. Así, en Badajoz han desaparecido 234 comercios, en Cáceres 140, en Don Benito 114, en Mérida 101, en Almendralejo 100, en Plasencia 85 y en Villanueva de la Serena 39.

Emilio Doncel, presidente de la Federación de Asociaciones de Comercio de Extremadura (Fedacoex), considera que es en las zonas rurales de la región donde más se está resintiendo el comercio minorista. "Muchos se estaban manteniendo con lo justo y ahora, con la pérdida generalizada de poder adquisitivo, se ven obligados a cerrar". Además, Doncel cree que en el último año y medio --las últimas cifras del anuario corresponden a inicios del 2009-- la cosa "seguro" que ha ido a peor. "Si se congelan las pensiones, se bajan los suelos a los funcionarios y se sube el IVA, el consumo se resiente mucho más", argumenta. Es algo que confirman las estadísticas del INE sobre comercio minorista, que reflejan un descenso interanual de las ventas en diez de los últimos doce meses, que en el caso de septiembre fue del 2,4% respecto al mismo mes del año anterior.

En la Asociación de Empresarios del Comercio de Cáceres (Aeca) cifran en torno a 150 los pequeños comercios que han echado el cierre en la capital cacereña desde que comenzó la crisis, aunque "al menos la mitad" se habrían visto compensados por nuevas aperturas, explica la gerente de este colectivo, María Angeles Costa. A su juicio, los segmentos más perjudicados han sido el de la alimentación --"por la influencia de las grandes cadenas", indica-- y el textil, "sobre todo el femenino". Respecto a cómo evolucionará en los próximos meses el sector, señala que será determinante el que vuelva a abrirse el grifo de la financiación bancaria, ya que "los bancos han cortado radicalmente las pólizas de crédito". "Sabemos que el próximo año va ser duro, pero esperamos que la gente aguante. La crisis no va a durar toda la vida", resume.