La Cumbre del Clima de Copenhague ha concluido sin grandes compromisos. Durante 10 días, gobiernos y expertos de todo el mundo han analizado los retos y problemas medioambientales del planeta, y su interacción con el desarrollo económico, industrial y tecnológico. Pero, ¿cuál es la situación de Extremadura? El Observatorio de la Sostenibilidad de España (OSE), organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, acaba de publicar su informe 2009. Tomando como referencia algunos de los 165 indicadores que esta institución analiza y con la base del último estudio ambiental de Extremadura, presentado el viernes en Mérida, EL PERIODICO examina la sostenibilidad del crecimiento de la región en los últimos años.

Una región pobre y quepierde actividad

Ha habido crecimiento económico, hasta este año. Tras tres décadas de democracia y 26 años de autonomía, Extremadura sigue siendo la comunidad con menor nivel de renta y está entre las regiones más pobres de la UE. Lo demuestra su Producto Interior Bruto (PIB), un 30% inferior a la media nacional y que durante el tercer trimestre de este año que está a punto de terminar bajó un 2% respecto al mismo periodo del 2008.

Se trata de una mala noticia que, no obstante, contiene una lectura positiva. En ese mismo periodo el PIB español decreció un 4% y el de la UE, un 4,2%, lo que ha generado expectativas optimistas en el Ejecutivo autonómico, que espera regresar en el 2010 a tasas de crecimiento y recuperar la senda hacia la convergencia, como hasta 2008.

En los últimos años la economía regional ha crecido, pero la actividad económica se ha erosionado. Según el OSE, que ha analizado la tendencia de los impuestos sobre actividades económicas empresariales y profesionales, "en el periodo 2001-2008 se ha sufrido una disminución más acusada en Andalucía, Extremadura, Galicia, Asturias, Murcia, Canarias y Baleares". Las mayores pérdidas de actividad se registran en la Sierra de San Pedro y zonas del Alagón y Alcántara (-30% de actividad económica).

Energía: producción sin emisiones de CO2

El energético es un sector estratégico para el desarrollo sostenible. Extremadura, según OSE, aprueba porque produce al año 17.000 gigawatios hora de electricidad --el equivalente al consumo de luz de cuatro millones de hogares-- y solo consume una cuarta parte. Es decir, es autosuficiente y exportadora. Además, sus fuentes de producción apenas generan emisiones de CO2: el 94% corresponde a la Central Nuclear de Almaraz y el resto se concentra en las centrales hidroeléctricas, mientras las fuentes renovables, aún en una fase emergente, tienen escasa aportación.

No obstante, la energía no es solo electricidad. Extremadura no produce gas ni combustibles, lo que supone un alto coste porque es materia que hay que importar.

Crece el reciclaje, pero también la basura

Como apunta el OSE, la generación y gestión de los residuos constituye un desafío ambiental para las sociedades modernas. Cada extremeño genera anualmente 453 kilogramos de residuos urbanos, por debajo de la media (493) y cerca de gallegos y los castellanoleoneses, que son los que menos basura producen (430 kilos). Sin embargo, este indicador no para de crecer en la región, que ha pasado de generar 518.000 toneladas de residuos en el 2001 a 579.800 toneladas en el 2007 --según el Instituto Nacional de Estadística (INE)--.

En lo positivo también destaca que casi se ha duplicado el volumen de residuos recogidos de forma selectiva --de 58.800 a 93.000 toneladas--; o que Extremadura sea la quinta región que más envases y plásticos deposita en los contenedores amarillos (23,8 kilos por habitante y año) y que menos residuos peligrosos e industriales genera. Pero eso contrasta con que los extremeños son los españoles que menos papel (14,6 kilos al año por persona, solo por delante de Murcia) y menos vidrio reciclan (7,7).

Un referente en laproducción ecológica

"El sector primario en general y la agricultura en particular representan un pilar fundamental para la sostenibilidad. Genera impactos positivos al constituir un vínculo con el desarrollo de las prácticas agrarias tradicionales, que han posibilitado la preservación del patrimonio natural y cultural, de la diversidad paisajística y de la biodiversidad y es fundamental para el mantenimiento de las áreas rurales y su desarrollo socioeconómico", apuntan en el OSE. Pero es una actividad que también produce impactos (uso de agua, contaminación y erosión de suelos).

En este sentido, en el 2007 Extremadura utilizó casi 1.600 millones de metros cúbicos de agua para actividades agrícolas, 150 millones de metros cúbicos más que a principios de siglo pese a la modernización de las explotaciones, sobre todo de los regadíos. Y en cuanto a fertilizantes, se usaron en el 2008 más de 60.800 toneladas en el campo. Aquí Extremadura ha mejorado, ya que en el 2005 fueron 86.300 toneladas y la mitad de las comunidades autónomas abusan mucho más de este tipo de sustancias.

Parte de esta mejoría se debe a que muchos agricultores y ganaderos de la región siguen apostando por la agricultura ecológica. De hecho, es la tercera comunidad autónoma con mayor superficie, con 65.805 hectáreas ecológicas --solo por detrás de Andalucía (582.000) y Aragón (70.200)--. No obstante, Extremadura ha perdido desde el año 2002 casi 100.000 hectáreas de producción verde.

Industria débil conemisiones contenidas

El tejido industrial en Extremadu-

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