El primer año de vida del euro se ha saldado en Extremadura con un moderado incremento de precios --un 3,5% tanto en la provincia de Cáceres como en la de Badajoz-- que sitúa a la comunidad autónoma como la segunda menos inflacionista, sólo por detrás de Canarias, donde el IPC se situó en el 3,2%. En el conjunto del país, la inflación se disparó un 4% en el 2002, el doble de lo previsto oficialmente, lo que convierte a España es uno de los estados de la Unión Europea con peor índice. El Gobierno quita hierro a estas cifras y las atribuye a la mala evolución del petróleo.

En diciembre, los precios subieron dos décimas en Extremadura, una menos que la media nacional. Cáceres fue más inflacionista (0,4%) que Badajoz (0,1%).

A la vista de los datos divulgados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), quienes más se han aprovechado de la entrada en circulación del euro han sido bares, restaurantes y hoteles, con subidas oficiales de precios del 6,3% en Extremadura durante en un año; y tiendas de ropa y alimentos, con incrementos que por término medio se sitúan en el 5,1 y en el 4,9%, respectivamente.

Si se analiza el mapa nacional, los elementos más inflacionistas también fueron hoteles, cafés y restaurantes (5,8%), vestido y calzado (5,3%), principalmente por el efecto del redondeo; el transporte (5%), por el aumento del precio del combustible; seguidos de enseñanza (4,7%), alimentos y bebidas no alcohólicas, y bebidas alcohólicas y tabaco (4,6%).

Por debajo del 3% se colocaron la vivienda (2,9%), medicina (2,6%), menaje (2,4%), y ocio y cultura (1,8%). El único sector que bajo sus precios el año pasado fue el de Comunicaciones, que lo hizo en un 5,1%.

RECONOCIMIENTO

El Gobierno reconoce que el aumento de la inflación en el 2002, empujado fundamentalmente por los precios de la energía, no es positivo para la economía española, aunque destaca el buen comportamiento de la inflación subyacente, que no incluye los alimentos elaborados ni los productos energéticos, que aumentó dos puntos en diciembre y se situó en el 3,5%.

Además, el vicepresidente Rodrigo Rato admitió una elevación de precios de entre cuatro y cinco décimas debido a los efectos de la subida de los impuestos indirectos, por la entrada en vigor del euro y por la evolución de la demanda, más elevada que la del resto de países europeos.

El secretario de Estado de Economía, Luis de Guindos, insistió en que la subyacente, situada en el 3,5%, es la que determina la evolución de la inflación general en los próximos meses, y auguró una convergencia de ambos indicadores para situarse en el 3% en primavera, informa Europa Press.

No obstante, pese a la previsión de que se reduzcan las tensiones inflacionistas en los próximos meses, advirtió de que se mantiene la incertidumbre por la evolución futura del precio del petróleo, tanto por el posible conflicto en Oriente Próximo como por la situación interna de Venezuela, quinto productor mundial, por la huelga general que ha obligado a retirar 2,5 millones de barriles. Respecto a posibles medidas antiinflacionistas, el secretario de Estado reiteró que están a la espera del informe del Tribunal de Defensa de la Competencia sobre la distribución comercial, que se conocerá antes de que acabe el presente mes de enero.

De Guindos destacó la importancia de mantener una política presupuestaria equilibrada en los próximos ejercicios, así como la congelación de los impuestos indirectos en 2003 y la rebaja del IRPF, que a su juicio debe ayudar a mejorar la evolución salarial en los próximos meses.

Por su parte, el secretario de Política Económica del Partido Socialista, Jordi Sevilla, criticó la "pasividad" del Gobierno ante el "grave problema" de la inflación, que "es el impuesto más injusto porque afecta a todos, con independencia de su nivel de renta, y perjudica más a quienes menos ingresos tienen", informa Efe.

El secretario de Economía de IU, Salvador Jové, afirmó que el "descontrol" de los precios, junto al aumento del desempleo y el estancamiento económico, "destroza la propaganda oficial".

Los sindicatos valoraron que la desviación de la inflación sobre el objetivo demuestra la necesidad de extender las cláusulas de revisión salarial.

egún datos de CCOO, más de 1,4 millones de trabajadores perdieron poder adquisitivo por tener convenios que carecen de clausulas.La CEOE señaló que el diferencial de precios con la UE "pone en peligro la competitividad del aparato productivo" y las cámaras de comercio opinaron que el incumplimiento del objetivo de inflación puede mermar la confianza de los agentes sobre las expectativas económicas e incrementar la presión sobre los salarios.