Lejos quedan ya los años dorados de la energía hidráulica, cuando hace décadas llegó a aportar más del 60% de la electricidad que consumía el país. Según los datos de Red Eléctrica, en el 2008 supuso apenas un 7% de toda la producción eléctrica española, un porcentaje que se calcó a nivel regional, donde en el citado año las centrales hidroeléctricas generaron 1.274 gigavatios hora. Con todo, esta fue la segunda fuente de energía que más electricidad aportó al sistema eléctrico en Extremadura, superada solo por la nuclear, que concentró más del 90% del total.

Aunque no esté acogida al régimen especial, la energía hidráulica es tan renovable como la solar o la biomasa. En Extremadura su generación es patrimonio casi exclusivo de Iberdrola y Endesa. La primera de estas compañías explota siete plantas: José María de Oriol, Valdecañas, Torrejón, Cedillo, Gabriel y Galán, Guijo de Granadilla y Valdeobispo. Las tres primeras en el río Tajo y las tres restantes en el Alagón. En conjunto, suman una potencia instalada de cerca de 2.000 megavatios.

Por su parte, Endesa suma 265 megavatios instalados, la mayor parte de ellos en la provincia de Badajoz. Se trata de las centrales de Cíjara Margen Derecha, en Alía; Cíjara Margen Izquierda, en Herrera del Duque; La Serena, en Castuera; Orellana Canal, y Orellana Presa, en Orellana la Vieja; y Puerto Peña, en Talarrubias.