Cerca de medio millar de extremeños vivieron ayer en primera persona los atentados de Londres. Los datos del Instituto Nacional de Estadística indican que en la actualidad hay 496 emigrantes extremeños censados en el Reino Unido --291 pacenses y 205 cacereños--, de los que unos 300 residen en la capital. A estos hay que sumar los más de 100 turistas llegados de Extremadura --la mayoría jóvenes-- y que se encuentran estos días en Londres, según los cálculos de las agencias de viajes consultadas por este diario, una cifra que se completa con el centenar de estudiantes extremeños que realizan cursos de idiomas en diferentes sitios del país, la mayoría de ellos en la ciudad londinense.

Julián Jiménez, de Arroyomolinos de Montánchez, es uno de los extremeños que, aunque reside fuera de Londres tiene que desplazarse cada mañana a la capital británica por motivos de trabajo. Ayer utilizó un tren de cercanías para llegar hasta la ciudad. "Pasadas las ocho de la mañana --relataba-- nos dimos cuenta de que algo estaba pasando, porque uno de los metros no funcionaba y tuvimos que utilizar otra línea para acceder al trabajo".

Poco después de llegar al trabajo la policía londinense bloqueó la salida del edificio y durante tres horas no permitió que nadie abandonara su puesto, aseguraba Julián, que recordaba que al principio nadie sabía qué sucedía. "Durante todo el día Londres se ha convertido en un caos, es imposible desplazarse y mucha gente como yo no podremos salir de la ciudad y tendremos que quedarnos aquí a dormir. El sonido de las sirenas es constante, las comunicaciones son malas y no hay muchos datos de lo que ha ocurrido realmente, hasta la BBC tardó más de una hora en decir que se había producido un atentado".

El periodista y director de cine Daniel González, de Badajoz, vive a diez minutos de Liverpool Street y estaba en su casa cuando ocurrió todo. "Tengo amigos que estaban en el metro a esa hora, así que intenté coger la bicicleta y desplazarme hasta la zona afectada, pero la policía me impidió salir, estaba todo acordonado e incluso impedían que los testigos hicieran declaraciones a la prensa".

Los londinenses están preocupados, aseguraba Daniel, "y curiosamente con la concesión de los Juegos Olímpicos se había empezado a hablar el miércoles de que la ciudad podía ser un potencial objetivo terrorista. Otros dicen que es el resultado de la ´foto de las Azores´".

Francisco Javier es de Torrecillas de la Tiesa, pero lleva tres años viviendo en Londres, en donde trabaja en una fábrica. Su jornada laboral terminó ayer a las 7.15 de la mañana, tras lo que se dispuso a coger el metro que le llevara a casa. "A esa hora --contaba Francisco Javier-- la mayoría de la gente que coge el mismo tren que yo son ingleses ejecutivos que viven en la periferia y van en dirección al centro ejecutivo de Londres. Todo el mundo en el tren leía con entusiasmo sus periódicos por la victoria de la ciudad como sede olímpica del 2012".

Tras su segundo transbordo, este extremeño tomó el tren de Edgware Road, que sufrió el atentado a las 9.17 horas, aunque se bajó en Notting Hill, justo dos paradas antes. Fue en su casa cuando se enteró de la noticia tras una llamada de su familia en la que se preocupaban por su estado.

Cuando puso la tele no se lo podía creer. "Era lo mismo que en el 11-M, pero entonces yo estaba en Londres".

Por otra parte, a última hora de ayer la Embajada española en Londres no tenía constancia de que hubiera españoles entre los fallecidos, aunque sí había aparecido una joven menorquina herida. En Londres residen unos 33.000 españoles, a los que hay que añadir estos días más de 5.000 turistas procedentes de España. No obstante, la Embajada española ha ofrecido dos teléfonos de información para las personas que no consigan contactar con sus familiares, el 0044207235555 y el 00448701566344.