José Javier Contreras Navarro y Sergio Santiesteban Peña, los dos militares de la Brigada Extremadura que resultaron heridos de mayor gravedad, --de los cinco que sufrieron un atentado con bomba en la ciudad irakí de Diwaniya, la tarde del 11 del pasado mes de febrero--, descansan ya en sus casas con sus familias y no volverán al escenario de la misión que desempeña la Brigada Plus Ultra en Irak.

Estos dos militares pertenecientes a la base extremeña de Bótoa han sido relevados por un oficial y un suboficial de la Base General Menacho, según fuentes del Ministerio de Defensa y de la propia base pacense.

El alférez José Javier Contreras, el que más afectado resultó por la explosión, y el sargento Sergio Santiesteban, que llegó a volver a realizar labores de patrulla tras el atentado y luego se decidió que volviera a España también con el anterior, fueron repatriados en un Boeing de la Fuerzas Aéreas Españolas que aterrizó en la base aérea de Torrejón de Ardoz la madrugada del pasado día 25.

REGRESO A CASA Los dos militares hicieron el viaje a España con tres compañeros, uno de ellos de Badajoz, ajenos al atentado, pero que estaban lesionados. Desde Torrejón fueron trasladados en ambulancias hasta las dependencias del Hospital Central de Defensa, antiguo Gómez Ulla, de Madrid, donde les esperaban sus respectivas familias y mandos del acuartelamiento extremeño y del Estado Mayor del Ejército.

En estas instalaciones hospitalarias permanecieron para su revisión, y el día 27 por la tarde les dieron el alta. Contreras marchó con su familia a la Comunidad de Murcia y Santiesteban con la suya a la ciudad de Córdoba, donde tiene fijada su residencia y donde viven su mujer e hijos.

Ninguno de los dos volverá a Irak. El Ministerio de Defensa los ha relevado por un teniente natural de Sevilla y afincado desde hace años en Badajoz, y por un sargento primero pacense, ambos pertenecientes a la base de Bótoa.