Con la crisis no se juega. Eso deben pensar literalmente los extremeños, porque le pasado año se gastaron 18 millones de euros menos en loterías y apuestas del Estado, el cupón de la ONCE y, sobre todo, los juegos de gestión privada (bingos, el casino, máquinas recreativas --tipo A-- y tragaperras --tipo B--). En total, se jugaron 660,93 millones de euros, un 2,64% menos que en el 2008; y solo los riojanos, navarros y cántabros jugaron menos. Así lo recoge la Memoria Anual del Juego 2009 que publica el Ministerio del Interior.

Esta es la segunda caída de cantidades jugadas de los últimos años, y solo en el 2002 se produjo una circunstancia similar, con 48 millones menos gastados que en el 2001. Pero, a la hora de buscar la suerte, los extremeños confiaron más el pasado año en las loterías y apuestas del Estado y en el cupón que en bingos, el casino y máquinas tragaperras. Así, en el boleto estrella de la ONCE se jugaron 10 millones más (la región donde más se incrementó el gasto en este juego, +19,3%), un millón más en loterías y apuestas del Estado (lotería nacional, primitiva, el gordo de la primitiva, bonoloto, euromillones, quiniela de fútbol, quinigol, apuestas hípicas, lototurf y quíntuple plus), pero 30 millones menos en bingos, el casino y máquinas recreativas y tragaperras (-6,7%).

Este menos gasto general se traduce en una merma por habitante. El pasado año, cada extremeño gastó una media de 600 euros en juegos, 18 menos que un año antes, pero fue la comunidad autónoma donde menos cayó este indicador, lo que pone de manifiesto que, aunque más reticentes, los extremeños continúan buscando la suerte como forma de aliviar sus arcas.

El caso del gasto en los distintos juegos de la ONCE, sobre todo en el cupón diario y el cuponazo, es el más llamativo, ya que ha crecido el último año un 16,3% (la subida más elevada del país), mientras en el resto de España las ventas han caído una media del 5,7%. Al margen del cupón, los extremeños siguen confiando su suerte a los distintos sorteos de loterías y apuestas del Estado, en los que mantienen el gasto el último año, apenas aumenta un millón de euros (de 192,3 millones en el 2008 ha pasado a 193,4 el pasado año).

LOS MAS PERJUDICADOS Sin embargo, a la hora de recortar, han decidido jugar menos al bingo, acudir poco al casino y no utilizar máquinas recreativas y de tragaperras. Esta caída la ha notado sobre todo el casino de Badajoz, que recaudó el pasado año casi 5 millones de euros menos (-10,3%); y también en los bingos, que han dejado de ingresar en un año 4,6 millones (pese a ello, los extremeños se gastaron en cartones algo más de 63 millones el pasado año). Notable también ha sido el descenso en la recaudación de las máquinas de tipo B, aquellas que dan premios en metálico, en las que los jugadores se han gastado 20 millones menos (de 320 a 300).

Conviene aclarar aquí, que en los datos del Ministerio del Interior se da cuenta también del gasto real en los distintos juegos; es decir, la diferencia entre las cantidades jugadas y los premios recibidos. A este respecto, el gasto real en Extremadura en el 2009 fue de 212 millones de euros (3 menos que en el 2008), de los que 107 fueron en juegos privados, 73 en loterías del Estado, y 32 en los de la ONCE.

Los ciudadanos de Madrid, Cataluña y Andalucía son, por este orden, los que más dinero juegan; con 5.066 millones, 4.754 y 4.341, respectivamente; aunque en todas ellas ha disminuido el gasto. Se juegan más su en máquinas tragaperras (en Madrid fueron 2.332 millones de euros en este tipo de juegos, 2.086 en Cataluña y 1.893 en Andalucía).

Riojanos, navarros y cántabros son los españoles que menos buscan suerte en los juegos de azar; con 288, 330 y 360 millones jugados, respectivamente.

En total, los españoles gastaron el pasado años en bingos, casinos, máquinas, la ONCE y loterías y apuestas del Estado 30.110 millones de euros, 2.246 menos que en el 2008 (-6,94%). La Rioja ha sido la única comunidad que ha incrementado el gasto el último año (16,79%), cayendo sobre todo en Galicia, Baleares y Canarias.

Teniendo en cuenta las cantidades jugadas y los premios recibidos, el gasto real en España el pasado año fue de 9.499 millones, 658 menos que en el 2008.