Hacinados, enfermos, asustados, de raza y baratos. Son las características de los 200.000 cachorros que cada año llegan a España víctimas de tráfico ilegal de animales, una realidad "constante y dramática", según denuncia Amnistía Animal.

Los países del Este son los principales exportadores de estos animales, donde las perras paren una camada tras otra encerradas en recintos "sórdidos, insalubres y estresantes" con el único fin de mantener vivo un negocio que reporta suculentos beneficios a los que trafican con los cachorros. Ahí empieza el negocio. Después viajan miles de kilómetros desde estos países en camiones sin una atención y alimentación adecuada hasta su lugar de venta al público. En la operación Toys de Eslovaquia a Cáceres. Pero los criaderos ilegales e insalubres se repiten en Hungría, Republica Checa,... Las cámaras de Telecinco grabaron hace unos días la realidad de estas explotaciones en los alrededores de Budapest, donde la exportación de perros es una actividad habitual entre los lugareños. Muchos criaderos que venden a mayoristas sin ningún tipo de contrato o documentación son perseguidos por el gobierno húngaro para frenar este negocio en expansión. El chip obligatorio y una cartilla unificada y oficial para saber de dónde proceden es esencial para el control del transporte y la cría. En Extremadura el chip será obligatorio a final de año. Durante el trayecto muchos animales mueren por hambre, enfermedad o miedo y los que sobreviven suelen estar infectados de parvo o moquillo, según la oenegé. "El 70% fallece cuando se encuentran son sus nuevas familias".

Grandes tiendas organizan los viajes y luego actúan como mayoristas. Se compran los cachorros por poco más de 60 euros y se venden por particulares o en tiendas a 400 euros, 500, 600,... Pero también hay criaderos españoles que mantienen este negocio.

"No se puede permitir que en un país donde se abandonan 150.000 perros al año haya gente que se dedique a traer cachorros de otros países", alerta la Protectora de Animales de Extremadura, que ha lanzado una campaña, con el lema No compres, adopta... pero si decides comprar hazlo directamente en un criadero legal y responsable , para frenar este "sucio y cruel" negocio, que se resolvería con una base de datos europea y el pleno funcionamiento del microchip, según la Fepaex. Un negocio alimentado por verdaderos profesionales sin "escrúpulos".