El jefe de circulación de Chinchilla reiteró ayer ante la policía judicial que él no dio la orden de salida al talgo Madrid-Murcia. El responsable de la estación albaceteña, también llamado factor, olvidó poner en rojo el semáforo, pero ni sacó el banderín ni se puso la gorra roja ni utilizó el silbato de dos sonidos, los tres elementos que permiten la salida de los trenes. El talgo, sin embargo, arrancó. El maquinista vio la luz verde y lo consideró suficiente. A partir de ahí, la precariedad del sistema de comunicaciones hizo que todo acabara en tragedia.

El jefe de circulación --del que sólo se sabe su nombre de pila, José Luis-- declaró durante dos horas en las dependencias de la Guardia Civil de Albacete. Fuentes próximas al caso explicaron que José Luis, al ser consciente del inminente choque, intentó ponerse en contacto con el talgo a través de un walkie-talkie . Estos se utilizan cuando las estaciones carecen del sistema tierra-tren.

El walkie-talkie falló, así que José Luis llamó al puesto de mando de Valencia para que se pusiera en contacto con los maquinistas del talgo y del tren de mercancías. El puesto de mando llamó. Pero ya era demasiado tarde. José Luis no está detenido, sí aislado.