Las subidas registradas en el precio de la energía eléctrica, junto a la supresión de la tarifa especial para riego agrícola, han supuesto un encarecimiento próximo al 30% en la factura de la luz para los regantes extremeños durante el pasado 2008.

Si la facturación eléctrica está suponiendo un quebradero de cabeza para las Administraciones, las compañías y, sobre todo, para las familias a raíz del nuevo sistema de estimación del gasto en los domicilios, en el campo consideran que la situación es, cuando menos, delicada. La Comunidad de Regantes de Guadiana del Caudillo, a la que pertenecen unos 380 agricultores y cerca de 3.000 hectáreas de regadío en la provincia de Badajoz, celebró ayer una asamblea con un tema monográfico: la escalada de precios de la luz. "En solo una año la factura ha subido un 32%", aseguraron ayer fuentes de este colectivo.

"Ha sido un palo tremendo", corrobora Miguel Angel Bartolomé, secretario de la Federación de Comunidades Regantes del Tajo. En el caso de la asociación a la que pertenece, la de regantes del Alagón, han pasado de pagar 729.000 euros durante el 2007 en concepto de consumo eléctrico, a 941.000 el año pasado. "Una barbaridad", insiste.

La Comunidad de Regantes del Alagón está formada por 34.000 hectáreas. Aunque no todas son de riego, el gasto se distribuye a partes iguales entre todos los socios, porque la factura es colectiva. Es decir, sus miembros aportan la misma cuantía independientemente de cuánto gaste cada uno y este incremento de precios está afectando al bolsillo de todos. Un dato: si se calcula por superficie, el coste medio de electricidad se ha encarecido de 21,45 euros por hectárea en el 2007 a 27,68 euros en el 2008.

No son dos casos aislados. Lo atestiguan en una de las zonas de regadío más importante de la comunidad autónoma, la del entorno del Zújar, en Badajoz. "En un año nos ha subido la factura cerca de un 30%", reconoce Luis Mejías, presidente de la Comunidad de Regantes del Canal del Zújar, que agrupa a 6.500 agricultores y más de 20.000 hectáreas. En su caso, han cerrado el 2008 con un incremento de cerca de 600.000 euros respecto al ejercicio anterior, cuando pagaron algo menos de dos millones de euros.

DE LAS MAS PERJUDICADAS La Federación Nacional de Comunidades Regantes de España (Fenacore) ya advirtió durante el pasado verano que Extremadura sería, junto a Castilla y León, Castilla-La Mancha y Aragón, una de las regiones más afectadas por los cambios en las tarifas eléctricas aplicados en julio. Según explican en este colectivo, la supresión de los tramos especiales para regadío ha perjudicado más a aquellas zonas en las que está más implantado el riego por aspersión y el automotriz (aspersión móvil o motorizada). Extremadura tiene unas 45.695 hectáreas bajo estos sistemas, lo que supone el 20% de toda la superficie regable de la región.

Pero también implica una importante subida para quienes gestionan explotaciones con riego localizado (por goteo), ya que aunque es uno de los sistemas más eficientes en cuanto a gasto de agua, también exige mayor consumo energético. En Extremadura este mecanismo suma 61.514 hectáreas (27% del total).

En un principio Fenacore calculó que en regiones como la extremeña la subida de la factura iba a oscilar entre el 20 y el 40%. La realidad ha corroborado ahora esas estimaciones y sus consecuencias están por llegar. Para la federación nacional, el encarecimiento puede frenar el proceso de modernización de los regadíos españoles en general e incluso provocar un éxodo de agricultores hacia cultivos que exijan un menor consumo de agua y de energía.

Desde la Comunidad de Regantes de Guadiana del Caudillo comparten estos temores: "Estamos vendiendo los productos por debajo de su coste". Por ello, piden al Gobierno que restablezca la tarifa especial agrícola, fije un IVA reducido --como ocurre, por ejemplo, en Italia--, pagar solo por la potencia consumida en los meses de riego --actualmente pagan 6.000 euros mensuales durante todo el año como peaje de acceso al servicio, aunque solo riegan cinco o seis meses-- y gestionar las estaciones elevadoras.