Dos ciudadanos españoles figuran entre las 41 víctimas mortales de los atentados del viernes por la noche en el centro de Casablanca. Según la oficina de la Generalitat de Cataluña en esta ciudad, uno de ellos es el empresario catalán Manel Albiac Tutusaus, natural de Tarragona. El otro es el industrial de Almería Francisco Abad Lazo. Otros cuatro españoles resultaron heridos --uno de ellos, de gravedad-- y permanecen internados en el hospital Averroes.

Todo ellos se encontraban en la Casa de España cuando dos terroristas suicidas entraron e hicieron detonar las cargas explosivas que llevaban adosadas al cuerpo. En Tarragona, la familia de Albiac rehusó ayer efectuar declaraciones. "La tragedia se ha cebado en ellos, porque hace dos semanas murió la madre de Manel", indicó un vecino. Otro explicó que Albiac "viajaba mucho", y que con frecuencia se ausentaba durante semanas de su domicilio.

FABRICANTES DE BETUN

Manel Albiac Tutusaus deja mujer --Pilar Cruixent-- y tres hijos --Manel, Xavier y Mónica--. Los Albiac son muy conocidos en Tarragona, sobre todo porque durante dos generaciones se dedicaron a la fabricación del betún del mismo nombre. Manel, que estudió en el Instituto Químico de Sarri (Barcelona), estuvo durante algún tiempo al frente de la empresa paterna, con sede en Els Pallaresos. Sin embargo, la compañía tuvo problemas y cerró. En 1992 se estableció en Marruecos.

Albiac era socio del grupo Cofatec, dedicado a la elaboración de bebidas refrescantes y productos químicos para la limpieza, en especial disolventes. Su hijo Xavier regenta el restaurante Pigal en la parte alta de la ciudad. El local tenía ayer las persianas bajadas y una nota que revelaba el motivo: "Cerrado por defunción del padre". La viuda y uno de los hijos se desplazaron a Casablanca para hacerse cargo del cadáver.

Francisco Abad Lazo, el otro español que resultó muerto era un empresario joven muy conocido en Almería, sobre todo en los círculos deportivos por su afición al golf. Entre los cinco heridos españoles hay otro catalán.