"De una manera genérica se considera que existe sequía cuando la precipitación en un determinado periodo de tiempo es inferior a la precipitación media de ese mismo periodo calculada para una serie de años de referencia". Así se pronuncia el Plan Especial Especial de Sequía (PES) de la cuenca del Guadiana a la hora de definir este fenómeno hidrológico.

Las cuencas extremeñas han analizado a fondos todos los datos hidrológicos recogidos a lo largo de este último siglo para estudiar lo ocurrido hasta ahora y ver cómo se podrían evitar los problemas registrados en el pasado.

En este sentido, el Libro Blanco del Agua del Ministerio de Medio Ambiente señala que a lo largo de este siglo ha habido tres sequías de gran intensidad. La primera tuvo lugar entre 1940 y 1945 y la segunda se desarrolló entre 1979 y 1983. La última, entre octubre de 1990 y septiembre de 1995, fue "la más aguda" y es la que se ha utilizado en mayor medida para desarrollar los planes de emergencia.

Grandes diferencias

Así, por ejemplo, los datos obtenidos entre 1990 y 1995 avalan que "aún aplicando las reducciones en los consumos no se puede garantizar el abastecimiento a poblaciones" desde el embalse de Tentudía, la zona más problemática de la cuenca del Guadiana.

En el Tajo se ha llevado a cabo un estudio más amplio que revela, entre otras cosas, que los periodos de sequía de esta cuenca durante unos dos años y que en estos ciclos secos --que se repiten cada 7 ó 10 años-- la reducción de lluvias se cifra en un 45% con respecto a la media histórica. La conclusión de ese análisis es positiva puesto que, según los técnicos, "en general es de destacar la robustez del conjunto de sistemas de explotación de la cuenca frente al fenómeno de las sequías".

Nuevas demandas

Pero no solo se ha mirado al pasado, sino que también se han analizado las nuevas demandas de agua. El PES del Guadiana explica que actualmente la demanda industrial de agua "no tiene gran significación", aunque a la hora de prever horizontes futuro hay que tener en cuenta que "hoy día existe un incremento notable de las expectativas de demanda industrial".

Este aumento del consumo de agua está ligado "a la refrigeración de las centrales de ciclo combinado que pretenden instalarse en el entorno de Alange, las centrales termosolares, el proyecto de refinería con toma en Alange y el de incremento de la refinería situada en las proximidades de Jerez". Todo esto, añade, "duplicaría la demanda actual".

Todos estos datos se han tenido muy en cuenta a la hora de elaborar los Planes Especiales de Sequía tanto del Tajo como del Guadiana.