Desde la Asociación Alternativa Joven de Extremadura valoran el resultado de la ley como positivo. Según explica su coordinador, Raúl Cambero, desde el punto de vista preventivo "se observa una tendencia a la baja en el consumo abusivo de alcohol entre los jóvenes". Pero consideran que tras cinco años quedan muchos puntos que cumplir, como la seguridad vial, más información a familias y jóvenes, mayor implicación de los ayuntamientos, la ausencia de programas alternativas al ocio nocturno, las escasas infraestructuras en las zonas de ocio nocturno e incluso la ampliación de la red de transporte público para estas áreas.

Una de sus principales críticasestá dirigida a los ayuntamientos. Para Cambero, la implicación de éstos ha sido "desigual". Así, explica que casi todos los municipios han autorizados espacios públicos destinados al ocio juvenil, "pero donde no se oferta ningún tipo de actividad de sensibilización tendente a la prevención". Además, cree que sería conveniente incluir en la ley medidas relativas a la seguridad vial y fomentar "la pedagogía social" en las familias.